Texto de Pascual Andrés Tévar


Cada vez que voy al cine LA ESPERANZA de SAN VICENTE DEL RASPEIG de mi amigo JOSE MANUEL ALBEROLA VIVES, Y DE SU FAMILIA, que forman un buen equipo, percibo la magia desde que saco la entrada, en su singular y misteriosa taquilla, y ya envuelto, en el misterio que me transmite el cine, dejo de lado todas las ataduras de las tecnologías y las redes sociales, y la inteligencia artificial, y siento, que por un rato, voy a inundarme en un mundo nuevo, desafiante, y misterioso , que me va a transportar e involucrar en una tarde , o en una noche mágica
Por eso, considero necesario, que antes de entrar en los pensamientos que intento transmitir a través de la hermosa ventana de SOMOS RASPEIG, vamos a hacer un pequeño recordatorio, de lo que es y significa la historia que envuelve el cine LA ESPERANZA.
Se inauguró, por lo que he podido averiguar en un 26 de julio de 1926
Los fundadores son los ALFONSO Y MANUEL VIVES LOPEZ, los tíos maternos del actual propietario JOSE MANUEL ALBEROLA VIVES
Que su actividad principal es SALA DE CINE de invierno para unas 1154 butacas
Que tiene una hermosa terraza para CINE DE VERANO
Que tiene un gran salón de entrada
Que tiene una buena y amplia barra y cafetería tanto en el cine de invierno como en el de verano.
Que tiene muchos y sanos productos para consumir mientras se ve y disfruta la película a precios asequibles, como lo es el precio de la entrada.
Que su bocadillo estrella es la TORTILLA DE PATATAS, al menos para mi gusto.
Y que exhibe unas PELICULAS actuales llenas de estrellas y de temas de rabiosa actualidad, para todos los públicos, y para los exigentes también.
EN DEFINITIVA QUE ES UN CINE DE SIEMPRE QUE TRIUNFA COMO NUNCA
Quiero a modo de aliciente de empujón de buen ánimo y de apoyo, recordar unos artículos que hace unos años envié al sereno y libre y abierto portal del periódico antes EL RASPEIG, y ahora en SOMOS RASPEIG, vuelvo a recordar con sana nostalgia, y con un empujón de ánimo y de ilusión renovada que este magnífico y acogedor cine LA ESPERANZA se merece.
UNA NOCHE MAGICA EN EL REGRESO AL CINE
El pasado 26 de junio de 2021 he vivido una noche mágica en el regreso a una sala de cine, cuando después de tanto tiempo, marzo de 2020, he podido ver y disfrutar en la sala de cine de verano, de nuestro cine de siempre y de ahora LA ESPERANZA, que nos lleva con una magia singular navegar por los espacios infinitos del tiempo, y de las historias.
Es magia, sacar la entrada y ver una mirada conocida, que de alguna manera me está dando una calurosa bienvenida, por estar de nuevo allí, como si el tiempo no hubiera pasado. Es como un viaje en el túnel del tiempo, que nunca había sentido de esa manera.
Es magia volver a encontrar en la puerta de acceso al amigo José Manuel, y después de intercambiar miradas con mensajes, y palabras llenas de sensaciones invisibles, y de superar las emociones contenidas de tristezas y angustias, hemos conectado. Y como un pacto improvisado, hemos decidido, que esta noche tenga un sentido único de reencuentro, y de fe ganadora de futuro.
Es magia, acercarse a la barra del bar, y que pueda solicitar una cerveza y un bocata de tortilla, y volver al túnel del tiempo, para intentar ser consciente, que voy a revivir sensaciones muy lejanas, arropado por encontrarme como en familia.
Es magia, sentarse en una silla, junto a mi árbol preferido, que simboliza la esencia de las visitas, en las noches de verano, cuando me sentía seguro bajo su protección, y de alguna manera me conectaba con el pasado y con el futuro al mismo tiempo.
Es magia, estar junto a unos pocos asistentes, todos más jóvenes que yo, pero me hacían sentir motivado, viendo la película, con mezcla de miedos y suspense infinito, que me ha hacia revivir el tremendo e inacabado reto de la pandemia, que en noches como esta tienen que servir para ir superando paso a paso. Para volver a ese cine lleno a rebosar de emociones y melancolías, al que estábamos acostumbrados.
Es magia, tener la sensación que he viajado en el tiempo hasta aquel marzo de 2020, y me he sentido de pronto en el 26 de junio de 2021, viendo una película intensa, en el espléndido cine de verano que tanto echaba de menos.
Es magia, volver a ver el cine, con la mascarilla, pero con un cóctel de emociones, mezcla de ansiedades, y de fe en el futuro, que los pequeños detalles nos descubren el sinfín de vivencias que me están invadiendo esta noche, hasta el punto de sobresaltar el corazón y la razón.
Así que me atrevo a animar para vuelvan al CINE, y descubran por sí mismos y mismas, la magia de ver una película, en una hermosa noche de verano, y se atrevan a mezclar el pasado con el futuro, y que nos arranque pasiones intensas, que hagan vivir una experiencia inolvidable. Si después le añadimos un paseo por calles sanvicenteras, llenas de vida y de sonrisas y más cosas, acompañado del intenso murmullas de las bulliciosas terrazas, adivinando que entráñale y único CINE venimos, después de haber vivido , con pasión, ilusión, y coraje, una hermosa y desafiante aventura, que continuamos viviendo , camino a casa, bajo la increíble luz mediterránea.
UNA HERMOSA NOCHE EN EL CINE LA ESPERANZA CON UN CORTO DE DAVID VALERO
En esta vida tenemos que saber captar los momentos mágicos, que son necesarios vivirlos a tope para que tengan sentido, y nos impulsen el ánimo hasta límites indescriptibles.
Uno de esos momentos, que merecen la pena haberlo vivido, fue el pasado día 24-10-2019 en el CINE LA ESPERANZA DE SAN VICENTE DEL RASPEIG, en el estreno del corto cinematográfico LOS BENGALAS ORQUESTA, una historia de DAVID VALERO.
Me consta que el grupo humano de todos los que han trabajado y colaborado, para realizar este proyecto es importante, y la aportación de la Universidad Miguel Hernández de Elche también. Y los actores decisivos para saber contárnoslo con su interpretación, y todo capitaneado por David Valero con el coraje y las ideas claras, hasta el punto de casi arrepentirse de no haber cobrado la entrada, viendo el cine abarrotado de público convencido.
El estreno en su tierra sanvicentera, arropado por su gente cercana, y me consta, porque conozco a la familia. La cual está orgullosa de verlo y sentirlo, en este complejo y difícil y mágico mundo del cine, como él, sabiendo transmitirles, hasta con una mirada, lo importantes y decisivos que son en su vida, al sentir su apoyo sin fisuras cada día.
Estoy convencido que David, sabe dar vida propia en imágenes lo que le viene del corazón, y trata de implicarse siempre, e implicar y motivar a todos los que trabajan a su lado, y bajo su batuta, desde el respeto y el trabajo en equipo .Porque el mundo del cine, necesita de su talento, imaginación, y trabajo duro, para conseguir expresar lo que está en su pensamiento, para hacerlo vivo en el mensaje cada imagen, en cada palabra, en cada sonido. Sabiendo, y aceptando, con humildad, y con valentía, el tremendo reto que se mete, cada vez que piensa en una película.
Espero y deseo de corazón, que no te pongas límites, y con los pies en el suelo siempre, trabajes sin miedo, para sacar los proyectos que están en tu mente. Ve paso a paso, teniendo claro, con humildad, que lo mejor esté por llegar, y que soñar está permitido, sin perder nunca el norte de tu forma de ver y sentir la vida, a través de tus películas.
El estreno en tu querido San Vicente del Raspeig, en su fantástico cine de siempre La Esperanza, de éste corto, ha sido todo un éxito, pero sobre todo ha servido para que te sientas apoyado en tu vocación, y en el de todo el equipo que lideras y capitaneas. Y que por sí solo, justifican todo el enorme trabajo, para llevar a buen puerto el proyecto.
Después de ver LOS BENGALAS ORQUESTA, y vivir en tan corto tiempo, tantas emociones juntas, aprendes, que aunque exista esa cruel enfermedad llamada Alzheimer, la vence el valor de la libertad y la generosidad, con los demás, y nos has emocionado de lo lindo ahondando en nuestros sentimientos más personales. Porque esos APLAUSOS PUESTOS EN PIE son la mejor justificación del apoyo que te mereces. Si a eso le unimos la canción de RESISTIRE, de nuestro Dúo Dinámico, cerramos el círculo de la unión del PÚBLICO CON EL ARTISTA, y te decimos bien alto y claro: NO TE CANSES DE LUCHAR, POR MUCHAS QUE SEAN LAS DIFICULTARES Y LOS RETOS. Ten siempre los pies en el suelo, y con humildad, inconformismo, y serenidad, pon en marcha cada día tu imaginación. Lucha sin descanso, por tus sueños, porque las críticas y los miedos vendrán solas. Pero, si como veo y palpo, tienes claro el camino, no te dejes vencer por el desasosiego, y sigue con ilusión y con fe adelante, porque lo mejor está por venir.
Y toda esta hermosa noche, transcurrida en nuestro querido cine LA ESPERANZA, mezcla sabia de pasado y futuro, que ha tenido el orgullo y el privilegio de estrenar el corto cinematográfico LOS BENGALAS ORQUESTA, una HISTORIA DE DAVID VALERO, se convierte en brillante y desafiante, bajo la increíble luz mediterránea.
Actualmente, en este inicio del verano de 2025, con el cine de verano que ha abierto su camino desde el pasado día 27 de junio, pienso, y quiero transmitir, que debemos de estar orgullosos de tener este entrañable, y acogedor y singular cine LA ESPERANZA, en nuestra querida y cosmopolita y abierta ciudad de SAN VICENTE DEL RASPEIG, y que se sale de todas las encorsetadas salas de cine actuales, y que en su amplia, cuidada, y gran sala de cine de invierno , nos depara un rato inolvidable, con un precio asequible para entrar, y mejor para consumir, y conseguir vivir, y compartir, a tu manera, un rato único , de vez en cuando. Y la magia de su terraza de verano, con su buena barra, para los bocatas, sobre todo, el de tortilla, y los buenos refrescos, que nos animan, y que nos ayudan, a transportarnos a experiencias únicas, con la mirada infinita a los paisajes de verano más allá de las estrellas.
Así mismo , me permito, cierta licencia, y me siento, en una de las últimas filas del final , en el cine de invierno, en el asiento número dos, y alguno siguiente si voy acompañado por mi hija, empezando por el pasillo, y normalmente , tranquilo de agobios de asientos ocupados, para sentirme libre, para mis pensamientos, y emociones, Y en la terraza de verano en una fila junto a un hermoso árbol, en el asiento dos o tres, para estar viviendo la película, y fuera de agobios de estar sintiendo presiones de ningún tipo. Porque al cine voy, para desahogar miedos, y agobios, y disfrutar un rato, que se me hace infinito, metiéndome en esos mundos indescriptibles, de la magia de las películas, y de los mundos en los que me involucro, a mi manera.
Y encima, pasear por nuestras sabrosas calles sanvicenteras, que me lleva, desde la calle Ramón y Cajal, donde se ubica mi querido cine La Esperanza, cruzando a la calle General Prim, cruzando el inicio de la calle Lillo Juan, bordeando por detrás la Iglesia San Vicente Ferrer, y siguiendo por la calle Manuel Domínguez Margarit, y cruzando Ancha de Castelar, y, continuando por la calle Raspeig, y llegando a mi destino en la calle Alfonso el Sabio.
Para que me mentalice, y saboree, como se merece, ese buen rato, normalmente en las noches de cualquiera época del año, y especialmente, en las noches estrelladas de los días veraniegos, con el influjo y la influencia de nuestra increíble luz mediterránea