
El tiempo ha permitido que se disparara en El Campello, la mascletá de fiestas, en la céntrica Plaza de la Constitución. Se trata de una cita muy esperada que el año pasado tuvo que suspenderse por amenaza seria de lluvia, pero en esta ocasión lucía el sol y todo ha resultado a pedir de boca,
Autoridades municipales y festeras se han encargado de accionar el botón que daba comienzo al estruendoso espectáculo pirotécnico, en una plaza semicerrada que agranda el volumen, que es lo que más gusta por estas tierras.
Procesión multitudinaria
Mucha gente, aunque mañana es jornada laboral y lectiva, y mucha solemnidad. La procesión de la patrona la Verge dels Desemparats y Santa Teresa ha puesto punto y final a los actos religiosos previstos con ocasión de las fiestas patronales y de Moros y Cristianos de El Campello.
Ha sido un acto que ha congregado a mucha gente en todo el recorrido, que contó con la presencia de autoridades locales, presididas por el alcalde Juanjo Berenguer, cargos festeros, representantes de la Junta Festera de Moros y Cristianos, fuerzas civiles y militares y muchos festeros y población civil.
Devolución de llaves y espectáculo pirotécnico
Una vez acabada la trilogía festera, es preceptivo que el capitán cristiano del año devuelva al alcalde de la ciudad las llaves de la villa que le fueron entregadas el primer día de festejos, simbolizando que el mando vuelve a manos civiles tras la conquista del bando sarraceno y la posterior reconquista del cristiano.
Y el ritual, con todo su simbolismo, se desarrolló anoche a los pies del castillo festero instalado en la Plaza Saint Christol Lez Ales, con asistencia de todos los cargos festeros, la directiva al completo de la Junta Festera, las autoridades locales y muchos festeros y festeras, conscientes de que la fiesta se acababa con el posterior espectáculo pirotécnico.
Punto y final y comienzo de un nuevo ciclo, que requerirá mucho trabajo para los Moros y Cristianos del año 2026.
Ha sido momento de agradecimiento y agasajos, con entrega de distintivos y recuerdos del ejercicio por parte del alcalde, Juanjo Berenguer, a los cargos festeros del año, en presencia de la concejala de Fiestas y Tradiciones, Marisa Navarro, miembros de la Corporación Municipal, la directiva de la Junta que preside Alejandro Sánchez y muchos otros asistentes.
Satisfacción
A la hora de hacer balance, todos coinciden: han sido unas buenas fiestas, cargadas de emociones, de momentos, diversión, solemnidad y sensaciones. También de tristeza por un luctuoso, triste y terrible suceso que ha conmocionado al pueblo, con el fallecimiento de un joven arrollado por el Tram.
El alcalde, Juanjo Berenguer, destaca que un año más, la población y familia integrada por 2.000 festeros y festeras han demostrado que nuestras fiestas patronales aportan historia, tradición y diversión a vecinos y visitantes”.
Fiestas tranquilas
Acabadas las fiestas patronales de Moros y Cristianos, es momento de hacer balance, también desde el punto de vista de la seguridad. La Policía Local, que se ha encargado junto a efectivos de la Guardia Civil y el destacamento de voluntarios de Protección Civil de la vigilancia y control de los actos de mayor participación, señala que han sido unos festejos “muy tranquilos” en lo que respecta al orden público, con uy pocas incidencias.
Los cuerpos de seguridad redoblaron plantillas durante esos días, de forma que durante las 24 horas se sucedían turnos especiales en evitación de problemas otros años habituales. Sin embargo, únicamente se han registrado media docena de comas etílicos entre la población más joven, y algún a disputa sin mayores consecuencias.
Lamentablemente, se produjo el fatal accidente del Tram que acabó con la vida de un joven, lo que afectó mucho al estado de ánimo de los agentes de guardia esa noche. “Fue terrible, y trasladamos nuestro pesar a la familia”, apuntan. “Un suceso así te marca para siempre”.