Asociación Canastell Experiencia
El 8 de junio de 2021, la asociación Canastell Experiencia recibió un comunicado de la dirección del CIPFP Canastell en el que se daba cuenta de la decisión de la Dirección Territorial de Educación de ignorar la votación favorable unánime del Consejo Social del centro y de casi el 70% de los profesores, de solicitar una prórroga de un año para el director Carlos Navas Ramírez, en ejercicio del cargo hasta el momento presente. Además de este requisito necesario en el protocolo (hasta aquí lo estrictamente democrático por parte de la autoridad académica), otras entidades, como el propio Ayuntamiento de San Vicente del Raspeig, responsables de educación del CIR n.º 8 Rabasa, de Alicante, y otras personas con solvencia dentro del panorama educativo, han ido expresando su inequívoca condena a semejante actuación cargada de sinrazón y reflejo de un incomprensible autoritarismo.
La asociación Canastell Experiencia lleva funcionando tres escasos años, aunque, por las razones de salud pública conocidas, no ha podido desarrollar su actividad con normalidad. Está integrada por profesores del CIPFP Canastell ya jubilados y otros miembros, de carácter público o privado, que desde un primer momento mantienen su interés en formar parte de ella. Lo que distingue a la entidad en sí y a sus miembros es la preocupación incuestionable por la Formación Profesional y el apoyo decidido al centro de diversas maneras. Por ello, no es de extrañar el fuerte impacto que produjo la noticia en sus integrantes. Sucesivamente, todos ellos fueron expresando su contrariedad y enfado y, sobre todo, su enorme decepción por lo que estaba sucediendo:
– No se entiende que, apenas a un año de poder llevar a término los proyectos comenzados y desarrollados con gran éxito y satisfacción de profesores y alumnos, todos ellos se queden en la estacada sin ninguna razón convincente.
– Tampoco se puede entender que, tras 38 años de funcionamiento y gestión ejemplar por parte del director, Carlos Navas, el CIPFP Canastell se vea ahora relegado al olvido y apartado de la primera línea de la Formación Profesional de la Comunidad Valenciana y nacional, sin que se hayan expuesto, por parte de la Dirección Territorial, las razones de peso que le han llevado a tomar esta medida. Suena mucho a veleidad caciquil y nos temernos que a bastantes caprichos inconfesables de poder.
– Los miembros de esta asociación también queremos comprender por qué los proyectos de innovación que ha llevado a cabo el centro siempre han sido sistemáticamente cuestionados, cuando no zancadilleados; a pesar de ello, han salido adelante gracias a la constancia y al empeño de Carlos Navas y sus equipos. Para ello, naturalmente, hay que tener fe en lo que se hace, como es el caso; y a quien corresponde hacer la valoración, sin duda deberá valorar positivamente y apoyar los buenos resultados, mostrando, así, respeto y admiración por el trabajo bien hecho. Una reflexión al respecto: vivir demasiado apegado a la ley no significa, precisamente, ser modelo de nada; por el contrario, suele denotar miedo e inseguridad. ¿O no? Por ello, cuando la observancia de la ley es la poco clara y nada fiable argumentación que se esgrime para tomar una decisión de esta transcendencia, nos tememos que hay algo muy distinto detrás de las razones que dan los respetados, que no respetuosos, próceres.
– También nos gustaría saber dónde se ha metido la cúpula de la Conselleria de Educación que, al parecer, no ha pestañeado aún por no hacer ruido. ¿Actúan siempre así cuando un centro tiene… dificultades? ¿O es que el director territorial, David Vento, les ha puesto firmes a todos con su amenaza de dimisión si la renovación de Carlos Navas como director se producía? ¿Por qué ha tenido tanta fuerza esa amenaza? ¿Por qué se puede llegar a esto? Seguro que hay más cosas que las que no nos han contado.
– Y, hablando de la cúpula de la educación valenciana, ¿no son estos los que, no hace demasiados años, apostaban por la innovación y, junto con otros centros, veían al CIPFP Canastell como un centro ejemplar y avanzadilla de sus nuevos proyectos? Sepan quienes leen estas líneas que el CIPFP Canastell ha sido premiado por su labor innovadora en bastantes foros de los ámbitos comunitario y nacional. Además, su preocupación en este terreno lo ha llevado a establecer contactos frecuentes y fructíferos con la Formación Profesional del País Vasco, primera línea de la FP en España y también en Europa. De ahí han salido proyectos de gran interés.
– Nos gustaría saber a todos nosotros cuál es la sorpresa que tiene reservada el jefe territorial para los Programas de nivel 1, que en su inmensa mayoría son alumnos y alumnas en riesgo de exclusión . Sepan ustedes también, amables e interesados lectores, que el CIPFP Canastell es el centro con mayor número de grupos de FP Básica de España. Y con un éxito impresionante. Un profesorado muy generoso y, como resultado, un alumnado muy satisfecho con él y con los logros adquiridos durante el curso dan buena fe de ello. Y se ha innovado mucho en todo ello, jefe territorial, mucho. Quizá usted no se haya enterado ni se haya interesado por ello; pero el centro y los profesores se han implicado hasta el fondo: esta es una labor social, señor director territorial; la nuestra es una labor social, la que estos chicos necesitan, aislados como están de todos los ámbitos sociales. Y se ha trabajado mucho; mucho más de lo que obliga la ley, esa ley que le protege a usted y, aséptica, le da la razón. Pero claro, ¿por qué se va a preocupar usted de eso, verdad? ¿Para qué, si de ahí no saca ningún provecho?
– La misma existencia de nuestra asociación, Canastell Experiencia, es también un avanzado proyecto de innovación en la Comunidad Valenciana. Y, cómo no, en el momento de su formación ninguna administración quiso hacerse cargo de los trámites para su inscripción en el registro; y ahí se nos podía ver dando palos de ciego de administración en administración, porque la Coselleria de Educación no veía claras esas cosas tan novedosas. Con ella queremos apoyar y dar sentido y valor a la labor que hemos venido realizando los profesores en este centro. Nadie más lo va a hacer; y a la fría realidad me remito. Ni un solo estímulo nos ha llegado desde la dirección general. Claro que ya sabemos que sus obligaciones les tienen muy atareados. Nosotros, exprofesores de esta asociación, queremos comprender por qué tenemos que desechar como inútiles todos nuestros esfuerzos y el nivel de perseverancia en nuestra labor mientras la formación profesional era considerada el grado más ínfimo de la educación. ¿Por qué hemos de sentirnos fracasados? ¿Quién tiene la prerrogativa de decir que todo lo que se ha hecho en Canastell ya no vale? ¿Usted, señor director provincial?
– Y, para más inri, el señor Vento ha tenido a bien nombrar una directora ajena al centro, suponemos que para asegurar que la línea de trabajo desarrollada por Carlos Navas y sus equipos se rompe definitivamente y, así, imponer otra línea de trabajo nueva, más “decente” y, sobre todo, más sumisa. Porque el señor director territorial seguro que no quiere problemas; puede que ya tenga bastantes con los que le proporciona mantenerse en el cargo.
Podríamos seguir más, pero creemos que estos botones son suficiente muestra para ilustrar el desastre que se viene encima, si alguien con la autoridad y arrestos suficientes no lo remedia. Juzguen ustedes, amables lectores, dónde queda lo estrictamente educativo; en qué recoveco se esconden los valores sociales de los que la educación nunca puede prescindir; por qué, en fin, la educación sigue siendo el terreno baldío de los torneos políticos; y digan, aunque solo sea para sus adentros, si todo esto no tiene tufos de otros tiempos.