La acuicultura tiene todo lo necesario para darnos el alimento del siglo XXI. El más exigente, hasta el momento, de toda nuestra historia. Lo que forme parte de nuestra dieta tiene que ser gastronómicamente delicioso, virtuoso nutricionalmente, excelente en eficiencia, sobresaliente en sostenibilidad y beneficioso para las comunidades de las que proceda. La Acuicultura de España permite decir SÍ a todas las preguntas de una ciudadanía cada vez más concienciada con la necesidad de generalizar el consumo consciente.
La humanidad está viviendo una época de grandes desafíos. Nuestra especie va a superar los 9.500 millones de seres. Un incremento que lleva consigo un aumento de las necesidades de alimento a pesar de trabajar por la reducción del desperdicio alimentario. La cría de especies acuáticas permite ofrecer pescados y mariscos nutricionalmente avalados por los expertos, que recomiendan un consumo de dos o tres veces por semana de este grupo para llevar una alimentación saludable. Las proteínas de alto valor biológico, los ácidos grasos como el Omega 3, las vitaminas y los minerales se encuentran entre los principales argumentos para ello.
Gracias a la acuicultura, la obtención de este recurso, vital para la buena salud de las sociedades, se lleva a cabo con los máximos niveles de eficiencia, sostenibilidad, seguridad alimentaria y beneficios para las comunidades locales. A pesar de tener más de 4.000 años, el auténtico despegue de esta actividad data de apenas hace medio siglo. Es un sector tan joven como prometedor.
Un sector clave para Europa y para España
Las instituciones políticas de ámbito plurinacional, como las Naciones Unidas o la Unión Europea, han mostrado su apoyo sin ambages hacia la acuicultura. Los argumentos a nivel global son demoledores para posicionarse a favor de la cría de peces, moluscos y algas. El Objetivo de Desarrollo Sostenible de la ONU “Vida bajo las Aguas” en su Agenda 2030 es una de esas muestras.
La Acuicultura de España se rige por la normativa de la UE que establece cómo han de llevarse a cabo todas las fases productivas, con el fin de garantizar, de manera global, los máximos niveles de calidad, seguridad e impacto ambiental. Hemos sido un país pionero en muchos avances de nuestro sector. Este compromiso por el progreso nos ha situado en el primer puesto entre los estados miembros. A ello contribuyen los más de 5.000 establecimientos acuícolas que se reparten por la geografía española, generando una producción de unas 342.000 toneladas anuales, con un valor, en primera venta, de 501 millones de euros.
Los hombres y mujeres que forman la Asociación Empresarial de Acuicultura de España (APROMAR) han sido parte esencial de este éxito. La organización agrupa a los productores de especies animales y vegetales cultivadas en el mar y los ríos de nuestro país, así como a las empresas de tecnologías y servicios para el sector. Un equipo de técnicos, oceanógrafos, ingenieros, veterinarios, pescadores, buzos… que suman más de 18.000 personas, en localizaciones ubicadas en prácticamente todas las regiones. Un colectivo diverso y plural con un elemento común: la pasión por hacer su trabajo cada día mejor, dando a la sociedad los mejores alimentos y cuidando del planeta, con medidas documentadas como los Estudios de Impacto Medioambiental y los Planes de Vigilancia Ambiental que aseguran la protección del entorno natural.
Transparentes como nuestras aguas
Los mares y los ríos españoles son el hogar de las especies que forman la gran familia del proyecto Acuicultura de España. Su excelente calidad es vital para que nuestros productos también lo sean. Por eso, la apuesta por la reducción del impacto ambiental y la optimización de los recursos es una necesidad irrenunciable para que podamos contribuir a la estrategia europea “De la Granja a la Mesa”. Esta iniciativa del Pacto Verde Europeo busca consolidar una economía limpia y soberana en el plano alimentario en el continente.
Cerca de uno de cada cuatro productos acuáticos que se consumen en España tiene un origen acuícola. El sector, a través de APROMAR, ha hecho un notable esfuerzo para fomentar el conocimiento de estos productos. Así nació Acuicultura de España. Una apuesta por la transparencia para que los ciudadanos tengan una ventana abierta al conocimiento de esta actividad. La primera Memoria de Sostenibilidad ha supuesto dotar a la sociedad de una herramienta sencilla, completa y rigurosa para conocer cómo es de sostenible el sector englobado en la asociación. Una foto fija que marca la casilla de salida de un sector vinculado con su voluntad de mejora y que será enriquecida con futuras versiones que pondrán de manifiesto su compromiso con el futuro del planeta.