Texto de Pascual Andrés Tévar
Como he comentado en otros artículos anteriores, el paso a la situación de jubilado, es un
cambio sustancial y definitivo en la forma de vivir, de sentir y de pensar, es un cambio
existencial sin marcha atrás, y que estés preparado o no, lo tienes que afrontar en todas sus
consecuencias. Y no te queda más salida, que quieras o no quieras, reinventarte. Lo que salga
de ese proceso complejo, te va a marca de por vida. Y en consecuencia, solo te queda luchar,
sufrir, y superarte, lo demás vendrá por añadidura. Y estar atento a las consecuencias.
Es imprescindible desde el primer minuto, entender que, el tiempo tiene otras dimensiones en
los horarios, en su forma de ocuparlos, y dejando atrás la situación de jubilado, y centrándote,
que la vida, te exige otra forma de ocupar el tiempo, y darle sentido y responsabilidad, para
que la monotonía te impida pensar. Y luchar por nuevas metas. Porque si te detienes, porque
si te falta la ambición por nuevos retos, porque si no te empujan nuevos argumentos para
luchar, cada amanecer, estarás abriendo la puerta al conformismo, y te irás muriendo en vida,
por no encontrar razones para luchar cada día.
La situación de jubilación, es una etapa más de la vida, y es necesario, desde ese momento,
iniciar una forma de vivir , empezando por la compañera de la vida, y como tienes más tiempo
para estar conviviendo, es imprescindible, buscar nuevos caminos de compartir ambiciones y
proyectos juntos, empezando por cosas insignificantes como la lista de la compra. Y
continuando por otras aventuras , que nunca hasta ahora habías tenido tiempo , ni para
pensarlo, y que ahora te empuja para descubrir y disfrutar, en la cama y fuera de la
cama.Porque las pasiones no tienen limitaciones , si se saben descubrir cómo se merecen, si la
cabeza responde, y el cuerpo le responde a su manera, y con los límites necesarios, la vida
cobra otras dimensiones apasionantes.
La situación de jubilación, te lleva a otras formas más serenas de ver la política, y sentir con
más serenidad, que te hace pensar, que los y las que hemos pasado a esta forma de vivir, a
poco que nos pongamos en sintonía, con los grandes objetivos, podemos condicionar con
nuestros votos libres y responsables, que cambien las cosas , y que los partidos políticos, y sus
líderes, tengan que escucharnos primero, y obrar en consecuencia después. Y así, conseguir,
que la política se calme, y supere ambiciones partidistas, corrupciones en todas las
direcciones, y actuar y responder, en favor del bien común, del consenso, de la solidaridad, y
de la convivencia sin violencia en todos los sentidos. Y cuando existan las necesarias
elecciones democráticas, ejercer el derecho al voto, para cambiar las cosas, eligiendo, a los
políticos, y los partidos , que entiendan de que el camino, no es de imposición de programas,
sino de construir programas, que dejen abiertos siempre los caminos de colaboración- y que se
pueden debatir, reflexionar, y cambiar en todo momento, porque no existen vendedores , ni
vencidos, existe una forma de vivir y de convivir ,abierta siempre, desde la pacífica
convivencia , a trabajar, con responsabilidad, con tolerancia ,para ser capaces de superar el
reto del futuro de cada día, con la libertad infinita más allá de las estrellas.
La situación de jubilación, no tiene que ser sinónimo de detener la vida, porque no tenemos
derecho a pensar que ya no somos tan necesarios para que un país, para que una sociedad,
funcione .Todo lo contrario, la sociedad no tendría sentido, sin nuestra aportación, porque
siempre seremos capaces de cambiar la vida, con un consejo a tiempo, bien a través de la vida
familiar, con los amigos, o con una reflexión al mundo, a través de cualquiera de innumerables
medios de comunicación. Eso sí , llevemos cuidado, mucho cuidado, con la inteligencia
artificial, es decir, no consentir nunca, que puedan , de alguna manera, pensar, que pueden
sustituirnos, porque siempre, siempre, tenemos que ser el último eslabón, de la lucha
incansable por la libertad de pensar, de vivir y de dejar vivir.
La situación de jubilación, me ha dejado abierta de par en par la puerta de la Peña Madridista
San Vicente del Raspeig, y claro sin querer, estoy asumiendo nuevas tareas, y nuevos retos,
que me empujan a dedicarle tiempo, hasta tal punto, que se está convirtiendo en una
obligación, menos mal, que no tiene horario fijo, pero que si que tengo que organizarme en
los plazos. Y al final, se está convirtiendo en un estímulo anti aburrimiento. Porque, y eso es
otra historia que ya contaremos, en el asunto del Equipo, merece un reto distinto, que ya lo
haremos artículos, y con la dedicación necesaria, en otro momento, porque tengo que
trabajar, y descubrir las palabras para ser capaz de describir tantas emociones.
Así que, traspasada la situación de jubilación, existe otra vida, que es continuación de la
anterior, pero al mismo tiempo, te traslada, a otros planteamientos, que no pueden detenerse
en conformismos inútiles, y te cambia, y te empuja a rebelarte ante las monotonías inútiles. Y
que te hacen sacar fuerza, para seguir adelante, y darle un nuevo sentido a tu vida, y a la
convivencia, y a valores, que hasta ahora no habías tenido tiempo de pensar, y plantearte,
serenamente. Y que son el nuevo camino, para que la existencia, siga teniendo sentido, y hasta
seas capaz de darle un nuevo rumbo, bajo el influjo de nuestra increíble luz mediterránea.