Por Alex Solar

Su esqueleto de lebrel aristocrático puede que disguste a los que divulgan caricaturas crueles en las redes, pero a mí me parece que realza su atractivo lo mismo que su melena rubia de amazona salvaje. Tiene los ojos caídos, lo que le da un aire entre melancólico y desafiante, y el cuello extra largo, se diría que el tango de Gardel de la “flaca dos cuartos de cogote y una percha en el escote” se pensó para ella, que es medio argentina por parte de madre.

Es marquesa, ostenta el título nobiliario heredado de un padre de pasado bélico romántico en la Résistance  Française, el Marqués de Casa Fuerte. Y de esa casta le viene a este galgo la fortaleza, que no duda en enfrentarse a tirios y troyanos, derrochando en ocasiones “fuego amigo” para los suyos.

Dice Doña Cayetana que no le va el feminismo corriente y vulgar que presenta a las mujeres como víctimas. Ella es, lo ha sido siempre, capaz de arreglárselas solita y se confiesa seguidora de la feminista “post feminista” Camille Paglia, quien se define como “transgénero” porque nunca se ha sentido mujer. Paglia (Nueva York, 1947), de joven, se identificaba más bien con personajes como Napoleón o con  toreros, según leemos en la entrevista que le dedica un diario monárquico y conservador español, a raíz de las declaraciones de su seguidora Alvarez de Toledo. Pero dice también la escritora estadounidense (su obra Sexual Personae incendió los foros literarios y universitarios de su país) que “vivimos un período horrible, de conflicto, en el que hay personas conservadoras, religiosas, que aceptan la Biblia y creen que hay solo dos sexos creados por Dios”. Naturalmente, Dios se equivoca a veces y modeló la arcilla de los LGTB, y ella, que es atea, más bien cree en los errores de la Naturaleza en este caso. También cree que el auge de posiciones neofascistas de ultraderecha como ocurrió en Alemania con Hitler, es consecuencia de errores de los progresistas que intentan legislar sobre estas materias en las escuelas. “Cuando la gente cree que se están vulnerando sus derechos, por esta clase de ideologías en las escuelas y en la sociedad, busca figuras inspiradoras en la extrema derecha”. Casualmente, la marquesa rubia del PP se asemeja en casi todo a esas figuras y no es casual que a raíz de esas declaraciones contra un medio informativo el único que ha salido a apoyarla clara y calurosamente es el líder de VOX, Abascal. Llama la atención que Cayetana se haga discípula de alguien que como Paglia declara ser partidaria acérrima de la libertad de expresión y de conciencia. Cierto, Madame la Marquise ha tomado los aspectos más controvertidos de su maestra y se ha convertido en epígono de ella exclusivamente por su rechazo a la protección del Estado a las mujeres.

Aunque en su controversia con Iglesias a raíz de sus respectivas prosapias paternas ella sostenga que no es su culpa su abolengo de alta cuna,  una aristócrata de rancio linaje, que viene de los conquistadores hispánicos de tierras americanas, de formación oxoniana como demuestra su excelso curriculum académico, no ha necesitado nunca protección alguna y lejos está de entender o comprender el calvario de sus congéneres violadas, asesinadas o sometidas en nuestras sociedades machistas. La etiqueta de “feminista amazónica” auto impuesta le viene como anillo de diamantes a su fino y estilizado dedo. También la de “supervillana”.

Casado, finalmente, se la ha sacado de encima. Mucho ha tardado.