Una actividad en familia. La pista de patinaje instalada en El Campello se ha convertido en un auténtico imán para pequeños y jóvenes, que por lo general acompañados por sus progenitores intentan mantenerse en pie y deslizarse sobre hielo sintético, con desigual suerte para unos y otros.
La destreza, desde luego, se decanta por los chavales y chavalas, mientras sus padres intentan emularlos enganchados a la barra protectora para no perder el equilibrio. En definitiva, divertimiento asegurado hasta el día 8 de diciembre, como pudieron comprobar ayer entre risas el alcalde Juanjo Berenguer y los concejales Cristian Palomares (Fiestas) y Marisa Navarro (Eventos).