Tribuna de Alberto Beviá, concejal de EU en el Ayuntamiento de San Vicente

Imagínense que en su casa llevan varios años ahorrando para hacer unas muy necesarias reformas en la vivienda, cambiar el viejo coche, pagar sin demasiados apuros la carrera del hijo en la Universidad y contribuir al pago de la residencia de ancianos de la abuela. Continúen imaginando que una nueva Ley les impide hacer esas inversiones y, además, les obliga a tener el dinero retenido en el banco. La casa cada vez se deteriora más, el vehículo apenas pasa ya la ITV y los estudios del hijo se van abonando a trancas y barrancas, con incómodos plazos y aplazamientos. La abuela, por desgracia, falleció.
Sirva este ejemplo para explicar lo ocurrido durante los últimos años en los municipios, que son la vivienda de todas y todos, la casa común. El Ayuntamiento de San Vicente, como todos los del Estado español, ha estado años sin poder gastar sus ahorros, atesorando una montaña de liquidez improductiva en el banco, con los tipos de interés por los suelos. La Ley de Estabilidad, que obligaba a los municipios a guardar como remanente el dinero no gastado en un ejercicio, en lugar de poder invertirlo al año siguiente, nos ha atado corto para no sobrepasar ni el techo de gasto ni los objetivos de saneamiento fiscal. Desde 2012, con el PP en el Gobierno central y su famosa Regla de Gasto se nos ha impedido gastar los ahorros en atender las necesidades de la ciudadanía, pero ahora, gracias al gobierno de izquierda progresista podemos por fin invertir el dinero y poner en circulación casi 24 millones de los más de 30 que tenemos ahorrados.
Efectivamente se ha conseguido y, aunque aún estamos muy limitados de oxígeno para, por ejemplo, contratar funcionarios que nos permitan ser más ágiles en las gestiones diarias y mejorar el nivel de ejecución de los proyectos, sí podemos gastar nuestros ahorros para atender con más holgura los servicios básicos y hacer las mejoras que necesita nuestra ciudad. Y esta es, sin duda, una gran noticia para San Vicente: la disposición del dinero que teníamos guardado nos va a permitir que los años 2022 y 2023 sean los de mayor inversión de recursos propios en la historia de la ciudad.
En una tribuna anterior en estas páginas decía que las cuentas públicas de San Vicente del Raspeig para este ejercicio eran muy distintas a las de costumbre, con mucha más trascendencia para la ciudadanía en cuanto a su influencia para mejorar la calidad de vida de las personas. Y ahora damos una vuelta de tuerca más, porque a las tres vías a través de las que hemos puesto en circulación el dinero (inversiones ordinarias del Presupuesto General del Ayuntamiento 2022; más de 4 millones de euros; un remante de Tesorería de más de 8 millones de euros y una incorporación de remanente de 2021 por 11,3 millones de euros), en el último pleno municipal aprobamos una modificación de crédito de casi cuatro millones de euros.
Hay muchas actuaciones programadas con el dinero aprobado en el último pleno, un total de 28, pero destacamos algunas: colector del barrio Haygón (557.000 €), obra plurianual; mejora de caminos rurales (157.000 €); instalación de juegos infantiles en el parque norte (350.000 €); mejorar y completar las instalaciones del skatepark (110.000 €); redacción de un proyecto para el centro social (63.200 €); obras de mejora y construcción en el cementerio (600.000 €), obras de mejora en las instalaciones deportivas (250.000 €), apertura del refugio de la Guerra Civil (250.000 euros); y, en modo plurianual, la construcción de un edificio para aseos, kiosko y almacén en el parque norte Adolfo Suárez (225.000 €). También quiero resaltar el proyecto de construcción del albergue de animales, obra plurianual que se dota con 335.000 euros, la mejora de caminos vecinales (157.000 €), la adquisición de edificio de patrimonio cultural (415.000€) y la adquisición y reforma de viviendas para alquiler social (150.000).
A todos estos proyectos, como decía, hay que añadir los ya aprobados para la mejora de calles y plazas, para nuevas infraestructuras, para mejorar servicios y, en definitiva, inversiones de cambio y progreso para dar empleo, estabilidad, seguridad y certidumbre a la ciudadanía de nuestro querido Sant Vicent del Raspeig.