La ausencia de esta profesional durante dos días perjudica a los alumnos con necesidades específicas, así como al desarrollo de la actividad lectiva en las aulas
Las familias del alumnado del colegio público Arbre Blanc de Mutxamel han iniciado unas sentadas reivindicativas para manifestar su descontento hacia la falta de una educadora social a tiempo completo en el centro educativo. Este curso escolar, a diferencia del pasado, el colegio solo cuenta con esta profesional tres días a la semana ya que los otros dos, presta apoyo en el otro colegio público del municipio. La educadora, presta apoyo a los cuatro niños con necesidades específicas que tiene el centro, hecho que hace que el ritmo de las aulas en las que se encuentran pueda seguir su actividad sin alteraciones. Por otro lado, tal y como explican los representantes de las familias del centro, los días que la especialista no está en el mismo la actividad de estos cuatro alumnos se ve resentida al igual que la del resto de alumnos del aula. En su ausencia, las necesidades deben cubrirse por parte del profesorado u otro personal del centro dejando desatendidas otras cuestiones.
Las familias del alumnado con necesidades específicas aseguran que, aunque únicamente hay cuatro casos diagnosticados, el propio profesorado admite que muchos aún no están identificados debido a su corta edad, pero ya manifiestan dificultades latentes en el desarrollo de muchas tareas y conductas habituales; y el respaldo de esta profesional es clave para que el ritmo de la actividad lectiva sea óptimo. Remarcan que estos alumnos necesitan atención todos los días puesto que sus necesidades no desaparecen día si día no; en muchos casos necesitan ayuda para ir al baño, para almorzar, etc. Además, en el caso de infantil y primaria la educadora que está presente en el aula ayuda tanto al alumnado con necesidades específicas como a los que no las tienen, actúa como un refuerzo en muchas situaciones.
Tanto el centro como las familias a nivel personal, han remitido un escrito planteando esta queja a la Conselleria de Educación y han hablado de forma personal con el inspector de zona que aunque ha mostrado total entendimiento ha asegurado que no tiene potestad para asignar más recursos de los tiene el centro actualmente.
Las familias seguirán realizando sentadas reivindicativas todos los viernes a primera hora de la mañana y antes del acceso a las aulas de sus hijos, para conseguir lo que ellos consideran un servicio que garantice la dignidad de todo el alumnado del centro; especialmente de los alumnos con necesidades específicas para quienes este recurso es vital.