César Ponce / Somos Raspeig
En la mañana del miércoles 23 de noviembre, el pleno ha aprobado los presupuestos municipales correspondientes al año 2023, gracias a los votos favorables del equipo de gobierno (PSOE, EU, PODEMOS), además de COMPROMÍS, y pese a no contar con el apoyo de CIUDADANOS, PP y VOX.

De este modo, se consigue la aprobación de las cuentas municipales antes de que finalice la anualidad, en lo que serán los últimos presupuestos integrados en el mandato actual. El edil de Hacienda, Alberto Beviá, ha celebrado esta previsión y antelación durante su exposición, en la que ha definido los presupuestos como “realistas, eficientes y responsables”. El concejal ha explicado que “uno de los objetivos es afrontar las consecuencias de la crisis energética que estamos sufriendo por el conflicto bélico en Europa y para ello hemos debido de reducir la capacidad inversora inicial”.
Se trata de un presupuesto de más de 46 millones de euros (46.343.289), que aumenta un 2,68% respecto al año pasado. Beviá ha repasado los apartados de gastos e ingresos, recordando que “los impuestos y tasas siguen congelados por octavo año consecutivo”, mientras que “los gastos de personal en sus retribuciones supondrán un aumento del 4%”. Por parte del PSOE, la portavoz Asun París ha señalado que “estamos satisfechos con estos presupuestos responsables, sociales y que miran por las personas, los vecinos y vecinas, los más desfavorecidos, las políticas sociales, todo ello cubriendo las necesidades de cada departamento de forma equilibrada”. El tercer eslabón del equipo de gobierno, Podemos, ha señalado a través de su portavoz David Navarro que “aprobamos unos presupuestos realistas, transversales, equilibrados y responsables, con un marcado carácter social, reforzando además las líneas estratégicas de este equipo de gobierno”.
Se trata de un presupuesto de más de 46 millones de euros, que aumenta un 2,68% respecto al año pasado
En cuanto a la oposición, Ramón Leyda (Compromís), ha declarado que “en estas cuentas se proponen más recursos para emergencia social, empleo, o vivienda, siendo más importante que nunca que la sociedad sanvicentera reciba el apoyo de su administración más cercana”. La línea más dura en su discurso la han mostrado PP y Vox. Los primeros han dejado patente a través del portavoz Óscar Lillo que “este gobierno vive por inercia y sin impulso, en ocho años no han mejorado en nada la situación de nuestra ciudad y viven en una realidad paralela a la que hay en la calle”. El edil popular ha recordado problemáticas como la falta de personal, la caducidad de contratos o la inejecución de las inversiones presentadas en cuentas anteriores. En una línea similar, Adrián García (Vox) ha criticado que “no se cambia nada, son unos presupuestos de cortar y pegar respecto a los del año pasado. Tratan a San Vicente como si fuera un pueblo cuando es una ciudad y en ocho años no han estado a la altura de la dedicación que San Vicente necesita. Estos presupuestos están hechos con carga ideológica más que lógica, mientras siguen más pendientes de sus riñas internas y malabares entre concejalías”.
Tanto Vox, como PP y Ciudadanos han criticado conjuntamente la falta de consenso, a lo que el edil de hacienda ha contestado pidiendo que realizaran alguna enmienda o presentaran sus propias alternativas. Respecto a la intervención de Ciudadanos, el portavoz Jordi Roig ha indicado que “son unos presupuestos limitados en sus objetivos, poco ambiciosos y sin corregir problemas manifiestos”. Durante el pleno, también han tomado posesión los dos ediles del grupo municipal Ciudadanos que faltaban por integrarse a la corporación municipal.