Será el jueves, a partir de las 19:00 horas en la Casa de Cultura de El Campello, y forma parte de la exposición “Round-2” de Conchi Rodríguez Martínez, integrada en el circuito “Photoalicante”

            Se trata de una propuesta especialmente interesante para los que tienen 30 o más años (aunque se admite a menores de esa edad), consistente en rememorar su infancia participando en los juegos con los que se divirtieron de niños, como “el pañuelo”, “declaro la guerra”, “boxer”, “balón prisionero”, “el pollito inglés” y otros muchos que prácticamente han desaparecido.

            “¿Te acuerdas de jugar?”, pregunta la promotora. “Llega una edad en la que la mayoría de personas dejamos de disfrutar de estos juegos, pero existen multitud de razones por las que seguir jugando”, asegura.

            La actividad, que cuenta con el apoyo de la concejalía de Cultura que dirige Dorian Gomis, se considera “idónea” para varios objetivos, como aliviar el estrés (el juego es una excelente manera de liberar el estrés acumulado y relajarse), dado que jugar puede ayudar a reducir los niveles de cortisol y aumentar los niveles de dopamina y serotonina, lo que te hace sentir más feliz y relajado.

            El juego también fomenta la creatividad y ayuda a pensar de manera más flexible. Experimentar con nuevas ideas y soluciones mientras juegas puede llevarnos a nuevas perspectivas y descubrimientos.

            También es innegable que el juego mejora la salud mental y previene problemas como la depresión y la ansiedad. “Además”, señala Conchi Rodríguez, “puede ayudar a desconectar de las preocupaciones diarias y a conectar con el momento presente.

            También se destaca que el juego fomenta la conexión social, ya que  puede ser una excelente manera de fortalecer los lazos sociales y fomentar la conexión emocional. Jugar juntos puede ayudar a construir y mantener relaciones saludables.

            Por último, se considera que el juego aumenta la energía y la vitalidad, y puede ayudar a sentirse más enérgico y revitalizado. Es una excelente manera de recargar baterías y renovar energía.

            La artista define la actividad con palabras del dramaturgo irlandés George Bernard Shaw: “No dejamos de jugar porque envejecemos, envejecemos porque dejamos de jugar”.