Somos L'Alacantí

El nuevo periódico de la comarca

COMERCIO DE SAN VICENTE

LOCAL San Vicente del Raspeig

EL REENCUENTRO CON LOS MIEDOS Y EL FUTURO

Pascual Andrés Tévar

Cuando como he manifestado en artículos anteriores cuando se pasa la frontera de la
jubilación es un mundo distinto y desconocido, por eso ahora en el inicio del verano del 2024,
camino de los 74 , quiero reflexionar sobre los miedos y el futuro.
Es incuestionable, después de más de 48 años de trabajo en la asesoría laboral, replantearse la
vida de nuevo al pasar al mundo de la jubilación del pasado 01 de enero 2024, y todavía al día
de hoy, me cuesta , y no percibo todo lo que significa estar jubilado. Porque no basta haber
dejado de trabajar en el despacho, son muchos más frentes abiertos, que tengo
necesariamente que redefinir, para no entrar en angustias existenciales-
Es necesario el reencuentro con mi amigo del alma Javier, que después de más de 45 años en
el despacho de la asesoría laboral, hasta el 2000 como empleados, y desde entonces como
aventureros y empresarios, se ha forjado una amistad infinita, que ahora necesitamos
refrescar con otras formas de contactar, y de compartir en familia, que haga posible su
mantenimiento, y su renovación, que no haga imprescindible el contacto presencial. De
momento, lo vamos alimentados con el envío de mis artículos semanales por WhatsApp, las
llamadas, y su respuesta de que la amistad sigue viva y renovada, más allá de los lazos del
trabajo y de aventura en la asesoría.
Es necesario el reencuentro, con la otra buena alternativa al trabajo, y es mi dedicación a la
Peña Madridista San Vicente del Raspeig, y como me dicen consta mente que no me vaya, que
si no corre peligro la existencia de la Peña, de alguna forma, me están obligando, a seguir al pie
del cañón. Y no, porque me siente imprescindible, sino por verdadera vocación, que se
mantiene más viva que nunca después de más 36 años. Así que, acepto el reto, como un
desafió de futuro, que me mantiene activo, como si estuviera en un reto y una obligación
permanente, y en que no estoy solo, porque tengo unos amigos, con los que comparto vida,
emociones, valores, y sentimientos eternos, que me mantienen vivo de pensamientos, y de
hechos. Y de ilusiones, que aunque el cuerpo, me pase factura paso a paso, pero la mente la
tengo viva y entrenada, como dice Clint Eastwood cada día cuando se queda el viejo en la
cama, y se levanta el joven que se enfrenta a la vida, a su manera.
Es necesario el reencuentro, con la compañera de mi vida, después de más de 50 años , como
novios y como pareja, que me ha hecho enfrentarme a tantos desafíos, con los que podía
escribir un libro ó mas, que no tengo miedo a la muerte, porque siento la vida, y más ahora
después de la jubilación, que cada día es una nueva oportunidad de tener y de compartir la
vida con mi compañera ,que de una forma distinta y luchadora, y apasionada, y a mi manera,
que tengo la oportunidad, cada día, a su lado , de descubrir otras formas de compartir, que
nunca, por el trabajo estresante que he tenido , la más mínima oportunidad de descubrir.
Espero, que el paso del tiempo, inexorable, a su lado, me dé más oportunidades de
reencontrar lo que me he perdido durante más de 48 años envuelto en el trabajo.
Es necesario el reencuentro con mi hija y con mi hijo, ella superando a diario, con una lucha
increíble, el reto de la enfermedad mental, en el piso tutelado, y dándome lecciones de
sufrimiento y superación, que me da ánimos infinitos ella a mí cada día. Y que me sirven, para
2
estar atento cada amanecer, al reto de ser digno de ser su padre, su confesor, su psicólogo, y
sobre todo su AMIGO. Y por otra parte mi hijo, que desde bien pequeño, se ha hecho a sí
mismo, y como un buen profesional de dedicado, a sus vocación, y a ser un buen profesional
de la arquitectura y más cosas y más ilusiones, y más sueños. Y enviarnos actualmente, desde
su querido Alcázar de San Juan, mensajes de su despacho, y de nueva vida lejos de casa, y
dando muestras de saber conectarse con nosotros, y con su hermana, y con fe, y valores que
sabe trabajar cada día, y al final dejarme, a su, manera, ser su amigo.
Es necesario el reencuentro, con mi vida, dentro de casa, para saber organizarme con los
papeles en las amontonado en las cajas, aunque ordenados a mi manera, para atreverme a
guardar escaneado, en archivos en mi ordenador personal, y a destruir, y centrarme en mis
artículos y otras pasiones personales, que me las guardo en mis misterios y mis desafíos.
Es necesario el reencuentro, en mis ratos en los restaurantes amigos, para seguir mis rutinas
de desayuno, de almuerzo y de comida, sólo, o compartida, y redescubrir, que las charlas y los
coloquios, sin orden ni concierto, tienen un valor incalculable, que me dan vida, y me salvan de
las dudas, y de las monotonías.
Así que, tengo tantos frentes abiertos de necesarios y vitales reencuentros, que no me queda
tiempo para entrar en los miedos de las ansiedades y las frustraciones. Pero, en caso, que me
ataquen los miedos, siempre me queda el recurso a pensar, en la compañera de mi vida, en
mis hijos, en mi amigo de la aventura del trabajo y de la vida y sus desafíos, en mis amigos y
amigas de todos los frentes abiertos en mi vida, y en mis rutinas salvadoras y alentadoras, que
no sé qué de qué manera, pero alimentan, sin descanso mi forma de pensar y de vivir, con la
pasión de la increíble luz mediterránea.

DEJA UNA RESPUESTA

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *