Nueva convocatoria cultural del Club de la Lectura de El Campello que dirige Conchi Agüero, y nuevo lleno de la sala Ramón Llull de la Biblioteca Municipal. Nada extraño dada la calidad literaria de la escritora invitada: nada menos que la argentina Clara Obligado, que se exilió a España en 1976, tras el golpe militar de su país, y desde entonces reside en Madrid.Como es habitual, antes del encuentro el jueves con los lectores campelleros, los integrantes del Club de la Lectura habían leído, estudiado y debatido sobre una de sus obras, “Una casa lejos de casa”, un ensayo en primera persona en el que la escritora relata sus experiencias en España. El libro consta de dos capítulos, “En casa” y “Lejos de casa”, en los que desgrana, primero sus recuerdos de niña, su educación privilegiada, su vocación lectora, y, después, la dificultad de vivir en un país en el que nadie la esperaba. La presentación corrió a cargo del bibliotecario Daniel Alberola, con apuntes sobre la vida y obra de la literata, que mantuvo un encuentro con la concejala de Cultura, Dorian Gomis, que valoró la labor que desarrolla el Club de la Lectura que respalda su departamento desde su nacimiento en el año 2014.“A pesar de que es un libro corto, son tantos y tan profundos los temas que toca que es difícil agruparlos para su comentario”, señala Conchi Agüero. Los principales serían el exilio, la inmigración, la violencia, las lecturas y el lenguaje, especialmente el lenguaje: hablar el mismo idioma pero no entenderse por los diferentes significados. La de ayer fue una de las sesiones más emotivas en el devenir del Club de la Lectura durante sus diez años de existencia. En El Campello residen muchas personas de diferentes países que se sintieron interpeladas por las situaciones que Clara Obligado vivió hasta llegar a sentirse argentina y española (a veces de ninguno de los dos países), por reivindicar un idioma híbrido o mestizo que aplica a sus textos y, sobre todo, por sentirse “libre para expresarme como lo sienta en cada momento”. Muchas de las preguntas que los asistentes hicieron a la escritora fueron de personas que habían pasado por las mismas circunstancias de adaptación y aprendizaje al llegar a España.