Casi la mitad de las quejas tramitadas a través del Síndic de Greuges en 2024 no obtuvieron respuesta por parte del Ayuntamiento de San Vicente. En concreto, el 46% de las resoluciones del defensor del pueblo valenciano fueron ignoradas por el consistorio.

El Ayuntamiento de San Vicente del Raspeig, gobernado por el PP con el apoyo de Vox, ha demostrado una preocupante falta de transparencia y compromiso con la ciudadanía. Durante 2024, el consistorio no respondió al 46% de las resoluciones emitidas por el Síndic de Greuges, la institución encargada de defender los derechos de las personas frente a la administración pública. Una cifra que coloca a San Vicente del Raspeig como el segundo municipio de la comarca de l’Alacantí que menos ha colaborado con esta institución.

El Síndic de Greuges es el defensor del pueblo en la Comunitat Valenciana. Se trata de una figura independiente que trabaja para garantizar que las administraciones actúen con legalidad, justicia y equidad. Cuando un ayuntamiento no responde a sus resoluciones, está ignorando no solo a esta institución, sino sobre todo a los vecinos y vecinas que recurren a ella para que se atiendan sus derechos.

Lamentablemente, este problema no es nuevo ni aislado. Desde Esquerra Unida-Podem, llevamos tiempo denunciando que el gobierno del PP y Vox no escucha a la ciudadanía, ni a los trabajadores del Ayuntamiento, ni a los partidos de la oposición. No responden a preguntas, no dan información y no rinden cuentas.

De hecho, en varias ocasiones Esquerra Unida-Podem se ha visto obligada a acudir al Síndic de Greuges debido a la negativa del gobierno local a respondernos. Recientemente, denunciamos públicamente la desidia del concejal de Mantenimiento y Servicios Urbanos por no contestar a una de nuestras preguntas en el Pleno. Y  ahora se suma también otra denuncia, esta vez, contra el concejal de Recursos Humanos por negarnos el acceso a información pública a la que tenemos derecho como representantes municipales.

En resumen, cuando el ayuntamiento se niega a entregar información pública, no solo está incumpliendo un derecho básico que tenemos por ley, sino que también demuestra una preocupante falta de transparencia. Esta falta de claridad debilita la confianza de la ciudadanía. San Vicente del Raspeig se merece un gobierno que escuche, que dialogue y que actúe con responsabilidad. Un gobierno que esté al servicio de la ciudadanía, no uno que le dé la espalda.