Mutxamel ya está en modo festero. Las banderas de las comparsas de Moros y Cristianos han salido a la calle, cumpliendo con la tradición que marca el inicio oficioso de unas fiestas que llenarán de música, color y emoción cada rincón del municipio. “La Senyal” se ha hecho visible: este año, como es habitual, sí habrá fiestas de Moros y Cristianos en Mutxamel.

La señal inequívoca la dio el desfile de banderas hasta la iglesia, coincidiendo con el día de El Salvador, patrón del municipio. La tarde comenzó en el Ayuntamiento, donde los seis cargos festeros de este año fueron recibidos oficialmente y firmaron en el Libro de Honor de Mutxamel, un gesto solemne que marca el arranque del calendario festivo.

Tras la recepción institucional, las banderas desfilaron por las calles hasta la parroquia, donde se celebró la procesión en honor a El Salvador. Los primeros pasacalles y desfiles ya han tomado la rambla, marcando el inicio de unas semanas cargadas de actos previos que culminarán con las esperadas fiestas grandes.

Homenaje a la música festera

Como anticipo a todo este ambiente festivo, el pasado sábado se celebró en la Casa de Cultura el tradicional concierto de música festera, en el que se rindió homenaje al compositor Àngel Lluis Ferrando Morales. Durante el acto se le hizo entrega de una réplica de la insignia del Passeig de la Festa, símbolo del cariño y reconocimiento del municipio hacia quienes dan forma sonora a las fiestas.

Francisco Poveda, presidente de la Comisión de Fiestas, destacó el papel clave de la música: “Mutxamel es un pueblo que ama la música festera, y prueba de ello es el Passeig de la Festa”.

Al acto asistieron miembros de la Comisión de Fiestas, representantes municipales con la concejala de Fiestas, María Loreto Riera, y el alcalde Rafael García, junto a un auditorio completamente lleno que disfrutó de uno de los eventos más esperados del preámbulo festero.

Con las banderas ya en las calles, Mutxamel entra en tiempo de fiesta, con galas, conciertos y emociones por delante, hasta llegar al gran estallido de los Moros y Cristianos que, como cada año, llenarán el municipio de historia, tradición y orgullo.