Opinión
Adriana Paredes Portavoz Grupo Municipal Compromís pel Campello
Fue hace 25 días cuando Paz Esteban López se convirtió en la primera mujer en dirigir el Centro Nacional de Inteligencia en España. Y 7 meses nos separan del ascenso de la coronel Patricia Ortega como la primera mujer general del ejército en España. Y hace escasamente un año, María Ángeles Durán se convertía en la primera mujer en recibir el premio nacional de sociología. Como ven, no hace falta retrotraerse muchos siglos atrás, ni siquiera décadas o años. Hoy sigue habiendo muchos titulares que dicen aquello de ‘la primera mujer que’, y eso nos dice que a pesar del camino recorrido, todavía nos queda mucho por hacer en este sendero de la Igualdad. Y no solo porque nos quedan todavía muchos espacios históricamente masculinos en los que abrirnos paso, también para que se reconozca la contribución de las mujeres en ámbitos básicos de nuestra vida, como es el sector de los cuidados, sectores claramente feminizados y especialmente devaluados. Ésta es la realidad salarial que provoca la brecha que actualmente sigue existiendo en nuestro país. Las siete millones y medio de asalariadas que hay en España cobran un 21,9 % menos que los hombres de salario medio, según un estudio publicado por UGT hace dos semanas. Pero es en determinados sectores, como es en el sector servicios, del cual sabemos mucho en el País Valencià, un sector además donde las mujeres son mayoría, esta brecha salarial se eleva al 30% como indica un reciente informe de CCOO.
La brecha salarial de género supone por tanto, unos de los mayores exponentes de la desigualdad, y por eso urgen medidas para mejorar la calidad del empleo, más transparencia en las retribuciones en el sector privado e iniciativas para fomentar la corresponsabilidad.
En el ámbito de la Comunitat Valenciana, el Botànic ha puesto en marcha medidas decididas, dirigidas a hacer frente a esta situación. Entre ellas destacan, la designación positiva de programas de formación, la actualización y aprobación de nuevos planes de Igualdad de la función pública, impulso del incremento progresivo de los permisos de cuidados para los hombres para el fomento de la corresponsabilidad, o la duplicación de la red valenciana de Igualdad que tiene como objetivos, luchas contra la feminización del empobrecimiento y desmontar el patriarcado y los estereotipos de género.
Estos derechos serán una de las principales reivindicaciones que las mujeres defenderemos en las calles el próximo 8 de marzo, y a ello se suman otros fundamentales como la lucha por acabar con los estereotipos de género o la batalla contra la violencia machista.
Y en este contexto, nos encontramos con la realidad de El Campello. Volviendo a aquello de ‘la primera mujer que’, este año ha sido el primero que una concejala de Igualdad de este Ayuntamiento no rubrica una declaración de intenciones para seguramente, el día más emblemático de su concejalía. Triste efeméride la que ha iniciado. Y no suficiente con esto, se posiciona a favor de la prostitución llegando a decir en el calor del debate que los locales de prostitución son casi patrimonio del municipio como las piedras y las plantas. Ya nos han demostrado desde Ciudadanos en otras ocasiones lo que les preocupa de la libertad de las mujeres: que seamos libres para ser prostitutas y vientres de alquiler. Para todo lo demás, nuestra libertad pasa a ser reivindicaciones demasiado radicales y sacadas de contexto.
Muy preocupante resulta que la figura que tiene que llevar a cabo buena parte de las propuestas para la equiparación de derechos entre hombres y mujeres, no las firme ni entienda las reivindicaciones que este día 8 de marzo contiene. Muchas esperamos un cambio de rumbo del área de Igualdad o una reorganización de competencias más que justificada. Y este domingo saldremos a la calle para afianzar los derechos conquistados y para decir ‘basta ya’ a las desigualdades y a la violencia machista.
