CUANDO PIENSAS EN LA DONACION Y OTRAS HISTORIAS

Texto de Pascual Andrés Tévar

En esta vida cuando vas camino de los 75 te planteas muchas cosas, y con mi filosofía de vivir y compartir, se me plantean muchos retos, para que puedas tener el tiempo, para pensarlo serenamente, para madurarlo en todos los sentidos, y para decidirlo aceptando todas las consecuencias. Y uno de ellos, es realizar una donación a mi hijo, porque se han cansado de vivir en alquiler, y quiere tener una casa propia.

Mi hijo David tiene claro, porque me consta, que lo lleva en sus pensamientos mucho tiempo, y a los 38 años, lo tiene concienzudamente meditado. Y en su residencia de Alcázar de San Juan, y con la profesión y la vocación de arquitecto y otras historias de diseños, más todavía, porque va a invertir en un terreno, y hacerse la casa a su personalísima manera.

Es entonces, cuando me plantea, que le ayude económicamente, de mis ahorros familiares, para poder invertir, en ese buen y meditado proyecto, y esa decisión concienzuda. Y sin dudarlo, me pongo a revisar mis cuentas, en distintos fondos. Y realizando gestiones, y más en un fondo, que no podía mantenerlo por cumplir los 75 años en el 2025, consigo tener los medios para ayudarle en su camino del futuro.
Siempre he tenido claro, por la educación que he recibido, y que me inculcaron concienzudamente, mis padres, que lo mejor que me podían dar, y más en los años 50 y 60, Y 70, con la que estaba cayendo, que la mejor educación posible, era, el trabajo, el esfuerzo, y la superación, y que fuera consciente, que era la única herencia, que iba a recibir. El resto, lo tenía que conseguir por mismo. Y olvidándome, que el dinero, y las propiedades, nunca iban a ser parte de la herencia para seguir mi camino. Y así se lo transmití a mi hijo, que lo ha tenido siempre, como principio para caminar por la vida. Y además tiene una ventaja, que desde niño quería ser arquitecto, y vive de su vocación. Yo tuve que descubrirla a base de vaivenes, hasta encontrar después de la mili, el camino de asesor laboral, a los 24 años. Y que casualmente, coincidió, con trabajar en la misma empresa, que mi novia, que me dio un gran empujón de moral para descubrir, y trabajar duro para, primero convencerme, y luego, para seguir trabajando duro, para convertirlo en mi vocación.

Y por supuesto, hacer mi camino en la empresa y en la vida, durante toda una vida con mi Amigo del alma Javier, sin el cual, no podría haber hecho realidad mi vocación, y conquistar juntos el futuro. Y ahora, desde nuestra jubilación en enero de 2024, lo conquistamos, cada uno a su manera, pero con la conexión infinita en los pequeños detalles. Pero eso, lo dejo para contarlo con serenidad y sosiego, en su momento.

En consecuencia, pensé, y decidí que el camino para ayudar a mi hijo era la donación, de un importe que le pudiera servir de punto de partida. Y me puse a trabajar, consultando al amigo y compañero de la empresa Fuentes, Andrés Asesores, Pedro, en la que he trabajo, durante muchos años, que lo tenía que hacer a través de una donación, y ante notario, y con todas las gestiones necesarias. Y es entonces, cuando empiezo a ser consciente, que lo que me transmitían mis padres, que trabajo, y ahorro, es el mejor camino. Y lo podía poner en marcha, y en todas las consecuencias, entregando este dinero, a mi hijo, para que siguiera su camino, porque, ahora, nuestro proyecto, era ver, paso a paso, como conseguía el suyo, y poder vivirlo y compartirlo.

Es entonces, cuando ese reto de la donación a mi hijo, se convierte, en el primer desafío, como jubilado, y me pone más a conciencia, en qué etapa de la vida estoy. Y donde la palabra jubilado cobra un nuevo sentido. Y ya comienzo a sentir, que mi camino, pasa desde ahora en adelante, por pensar, y sentir, y, decidir, de que forma puedo ayudar para mis hijos para conseguir sus retos, y ser consciente de poder vivirlo, y compartirlo. Porque al fin y al cabo, los padres, siempre queremos, que los hijos nos superen, ese es un buen y sano orgullo. Porque de alguna forma, eres también partícipe, a través de todo lo que has podido transmitirle en la vida en familia, y luego, y siempre, con los consejos, a veces complicados. Pero que es otra forma de seguir caminando juntos, cada uno con su vida, y sus circunstancias, por complicadas, y sacrificadas que sean. Y de eso, tengo para escribir largo y tendido.

Cuando el día 29-01-2025 comparecemos en la Notaria de San Vicente, la compañera de mi vida Carmen, mi hijo David, y Yo, siento, con sano y humilde orgullo, que hemos hecho un buen trabajo. Y desde el momento que firmamos el documento de Donación, la vida nos abre una nueva oportunidad, de seguir construyendo el futuro, como familia.

Así que, la vida, me han brindado, una oportunidad, para que ayudemos, a nuestro hijo, y para ayudarnos a nosotros mismos, poniendo en práctica, para que , en esta nueva etapa de nuestras vidas, la mejor forma de vivirla, es ayudar a que nuestro hijo cumpla el sueño de conseguir, a su manera, de tener una casa propia. Y que la fuerza de la ilusión, el coraje, y la fe, siempre las tenga vivas, y más, con el empuje que le transmite nuestra increíble luz mediterránea.

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