Alberto Beviá Orts (Concejal de Esquerra Unida GM Esquerra Unida-Podem)
Una persona dependiente es aquella que, de forma permanente y a causa de la edad, una discapacidad o enfermedad, no puede realizar las tareas básicas diarias o carece de la autonomía necesaria para la toma de decisiones.
En febrero de 2023, la lista de espera para valoraciones de Dependencia en el Ayuntamiento de San Vicente del Raspeig acumulaba un retraso de 14 meses. Dos años después la lista de espera acumula un retraso de 12 meses, según manifestaciones de la concejala de Servicios Sociales en el Pleno del pasado mes de enero.
El retraso de la valoración de la Dependencia era uno de los problemas del Área que denunciaban los trabajadores, trabajadores que, durante 19 semanas, los viernes, se manifestaban en las puertas del Ayuntamiento, justas reivindicaciones que algunos aplaudíamos, aplaudíamos en silencio esos pitos reivindicativos que sonaban y sonaban fuerte. Ahora el problema continúa, pero ya no se escuchan los pitos.
Esquerra Unida, junto con el PSOE y Podemos, que formábamos el anterior equipo de gobierno, apostamos por contemplar y consolidar en la plantilla municipal el aumento de 19 personas con destino al Área de Servicios Sociales. Se presupuestaron los puestos y con esta medida se apostó muy fuerte para minorizar el déficit de la plantilla. Algo que otros ayuntamientos no hicieron, tenemos el ejemplo del ayuntamiento de Alicante donde más de 190 profesionales se han visto en la calle, al no consolidar en su plantilla a los trabajadores.
Recuerdo que en el Pleno donde se aprobó la propuesta, celebrado el 29 de junio de 2022, Esquerra Unida defendía con orgullo la ampliación de la plantilla del Área de Servicios Sociales, algo que considerábamos y consideramos muy importante para dar el servicio que la ciudadanía se merecía y se merece. Formar parte del equipo de gobierno que consolidó el aumento de la plantilla de Servicios Sociales me llena de satisfacción, un paso fundamental para ampliar y mejorar los servicios del Área.
Que un gobierno municipal de izquierdas llevase adelante este asunto, era motivo de orgullo y le daba sentido a la política municipal que defendíamos en Esquerra Unida. Un paso que, aunque criticado, fue muy importante. Ampliar estructuralmente la plantilla se pudo llevar a cabo gracias a que no computaban esas plazas para la tasa de reposición, el esperar a la resolución para que este asunto fuese sin computar, retrasó unos meses la toma de decisiones, pero valió la pena.
Hoy casi tres años después se puede seguir caminando, con la esperanza de que algún día el retraso en la valoración sea un recuerdo.
