Pascual Andrés Tévar nos envía un nuevo artículo propio

Cuando la guerra en UCRANIA la sentimos de cerca, que de alguna manera indescriptible en palabras no metemos en ella , nos implicamos, nos sacudimos por dentro y por fuera, y queremos luchar para acabarla ,construyendo la paz.

Construimos la paz, cuando somos SOLIDARIOS, y sabemos, cada una y cada una a su manera, con aportar fondos a través de las Organizaciones humanitarias reconocidas, y lo hacemos, sin pensar en descargar nuestras conciencias, sino convencidos que es una forma de luchar por
ganar la paz.

Construimos la paz, cuando acogemos a las familias, sobre todo a las mujeres y madres y a los niños y niñas, y los hacemos parte de nuestras vidas, y convencidos que es parte indispensable de la lucha por la paz, que se conseguirá, cuando puedan volver a sus hogares, y ayudarles a
reconstruir sus ciudades, y a volver a ser libres en UCRANIA.

Construimos la paz, cuando sabemos exigir a los GOBIERNOS, A LAS ORGANIZACIONES, A LAS NACIONES, A LOS POLITICOS, que paren la GUERRA, no solo con las palabras, con los discursos elocuentes, con las medidas de presión, sino obligando a los dirigentes fanáticos de RUSIA ,
invadidos de odio enfundado en su falsa verdad, a sentarse a parar la GUERRA, y sentarse, como decimos en nuestro país , por cojones, a negociar la PAZ, sin margen de dudas ni ambigüedades, para que UCRANIA sea libre en construir su futuro, y compartirlo , en todas las dimensiones.

Construimos la paz, cuando de verdad, nos sentimos implicamos en esta GUERRA, como parte de nuestras vidas, y sabemos exigir, desde nuestra vida, que empujaremos, de las millones de formas que podemos hacerlo, para que nuestros POÍTICOS, lleven nuestro empuje al campo de
batalla, a todos los ámbitos de negociación. Para que la presión sea tan grande, que los que quieren la GUERRA, se detengan a pensar, que la construcción de la PAZ, es más fuerte, que sus misiones enloquecidas de odios enfundados en fanatismos violentos, no tienen futuro.

Entonces, y solo entonces, empezarán a sentir de verdad, que están perdiendo la guerra, porque se está construyendo la PAZ.

Construimos la paz , cuando en las REDES SOCIALES, en vez de perder el tiempo en chorradas investidas de protagonismos individuales, sepamos trasladar nuestros pensamientos , que en este lenguaje universal, llegue hasta los campos de batalla, y traslade , que el mundo , en el que compartidos valores en libertad, no tienen cabida los odios, los fanatismos de todos los colores.

Y que todos los caminos, con el trabajo duro y complejo de cada día, llevan a la convivencia pacífica.

Construimos la paz, cuando sabemos transmitir a nuestros hijos e hijas, los valores en los que creemos a pie juntillas, y que somos capaces, de darles ejemplo responsable y libre, para que ellos y ellas, los incrusten en sus vidas. Así también, estaremos ganando la guerra, y construiremos la paz, por la que se tiene que trabajar duro, y con sacrificios, cada día, como
parte de la razón de nuestra existencia, porque lo llevamos dentro, y nos empuja, y nos anima a seguir, con la moral necesaria, el camino de nuestras vidas.

Así que, no podemos pasar desapercibidos, como si esto de la GUERRA EN UCRANIA, no fuera con nosotros y nosotras, estaremos tremendamente equivocados, con solo pensarlo. Es imprescindible, sentirnos parte de los que, y de las que, luchan a su manera, desde sus vidas en familia, desde su trabajo, desde sus reuniones, desde todos sus ámbitos, que no se trata de
implicarse cuando nos interese, se trata de que nuestra forma de convivencia puede estar enpeligro. Y es necesario aportar nuestro granito de arena, siendo conscientes de lo que nos jugamos, para nosotros, y lo que es más importante, diría más imprescindible, para las futuras generaciones, a las que tenemos que trasladar nuestro mensaje de saber trabajar ,para construir la paz ,cada amanecer.

Y en este transcurrir, de una primavera incipiente de finales de marzo de 2022, siento mensajes desde el infinito mundo de los valores, que salen en forma de pensamientos en libertad, que me transmiten un poco de calma, y me empujan no sé de qué manera, a tener fe en la PAZ, y en el futuro, bajo la increíble luz mediterránea.