Texto de Pascual Andrés Tévar

En nuestro diario transitar por la vida, en este septiembre de 2022, es necesario plantearse si
algo, por insignificante que sea, para ayudar a construir la paz.
Construimos la paz , cuando, por mucho que nos cueste, y en pequeñas dosis, pensamos en los
demás , antes de pensar en nosotros mismos, y en medio de las tormentas de egoísmos, nos
atrevemos a sentir, que nos vamos a involucrar , y vamos a ser capaces de ponernos metas a
cumplir, desde ese propósito en adelante. Luego, al cabo de un rato, de unas horas, o de unos
días, cuando volvemos al propósito, no encontramos la forma de ponerlo en marcha. Y sentimos,
que todo se ha quedado en un debate interno, ahogado por los miedos, egoísmos, y una buena
dosis de conformismo.
Construimos la paz, si en nuestro trabajo diario, nos proponemos que podemos reinventarnos,
para que más allá de las obligaciones y responsabilidades, demos un paso adelante, en poner
una dosis de creatividad, que salve las rutinas y monotonías, y seamos capaces, de crear un
trabajo más nuestro. Y más entroncado con la solidaridad, y la satisfacción interna, de saborear
el sentido del trabajo bien hecho.
Construimos la paz, cuando en casa, eres capaz, de mirar y de sentir de una manera distinta,
cada día, a la compañera de la vida, como si estuvieras descubriendo nuevos matices, de una
pasión inacabada. Y llena de pequeños detalles, que le dan sentido cada día, y motivos, para
seguir los caminos juntos.
Construimos la paz, cuando en la Peña, ere capaz de buscar motivos, para más allá de la pasión
por los colores, hay también, pasión por compartir valores, emociones, y reencuentros, aunque
sean a ratitos semanales, que te dan sentido, para que no te sientas aislado, e inmerso en
soledades y depresiones. Y salves, de alguna forma, la alegría de vivir y de compartir.
Construimos la paz, cuando en la vida ciudadana, somos capaces, de salir, aunque sea a ratitos,
y dialogar, y discutir, y debatir, para que seamos capaces, de sacar mensajes, que sirvan, para
que se transformen, en pequeñas dosis de moral, que nos ayuden, a darle un sentido positivo a
la vida, y a la convivencia en libertad, y en todas las dimensiones.
Así pues, reflexionando, en esta tarde de un verano que poco a poco, se agota, estoy intentando
, en un debate , lleno de tormentas , y de dudas, ser capaz de involucrarme, en la formas de
construir la paz , poniendo convencido, y a mi manera, el granito de arena cada día. Y ser capaz,
de trabajar duro, para que salvar al conformismo egoísta. Y al mismo tiempo, contribuir, a vencer
el odio y la violencia, en todas sus manifestaciones. Y empujar, para que entre todos y todas,
pongamos la fe, y serena paciencia, día a día, para que la paz se construya, y se abra paso, bajo
la increíble luz mediterránea.