Pascual Andrés Tévar

Cuando se llega a la decisión de la jubilación, después de toda una vida de trabajo en la misma
empresa, que es el mismo proyecto de vida profesional, con el que me he identificado, a lo largo
de más de 47 años, en la misma trayectoria del asesoramiento laboral, y concretamente desde
el primero de enero de 2024, se hace imposible describir las sensaciones, las emociones que se
agolpan en la mente, y en el corazón. Así que voy, poco a poco, en distintos artículos, a lo largo
de las próximas semanas, tratar de describir las emociones, y las sensaciones, y los debates, que
pasan por mi vida y por mi mente.

Cuando el pasado 26/12/2023, alcanzamos y firmamos ante Notario, el acuerdo para el
TRASPASO de la ASESORIA, es decir de la EMPRESA , no teníamos ni idea , el cambio y el desafío
que se nos venía encima a mi AMIGO DEL ALMA y COMPAÑERO de esta hermosa aventura de
la vida . Pero al fin y al cabo, todos los retos están abiertos, y es vital afrontarlos con pasión, con
ilusión, y con paciencia, como si estuviéramos empezando una nueva trayectoria, pero claro,
teniendo en cuenta, que aquí no solo es empezar la vida de la jubilación, sino saber terminar la
vida de trabajo, y eso tiene un desafío indescriptible en palabras.

A lo largo de tantos años, los clientes y las clientas, es decir las empresas y los emprendedores
y emprendedoras, se han convertido en amigos y amigas, a nuestra personal manera, y filosofía
de entender la vida. Y tenemos que saber, dar por finalizada una relación profesional, y dejar
abierta siempre la relación personal, de ciudadanos y ciudadanas, dispuestos a convivir, y a
relacionarse, con otras emociones a compartir, libremente, y sin ataduras. Comenzar, de otra
forma, a sentirse jubilado, cuesta, es complicado, es complejo, y es un mundo nuevo, en el que
tenemos todo por descubrir. Pero, como no queda otra, me estoy mentalizando, poco a poco,
sin prisa, pero sin pausa, o al menos lo intento, al fin y al cabo, es como un entrenamiento.

Empezar la vida de jubilado, en mi caso, y la de mi amigo del alma y compañero de aventuras
Javier, tiene un toque especial, y que tenemos que ser capaces, y ahí está al desafío, de soltar
amarras, y de forma personal, y voluntaria, y sin ninguna compensación, salvo la emocional, de
trasladar la información necesaria de los entresijos del traspaso, con el fin de que la continuidad
quede, de alguna forma, garantizada. Es decir, somos jubilados, que aportan su experiencia, y
sus consejos, para que la vida de la empresa , bajo otros responsables , continúe su trayectoria,
sin traumas, y respetando el puesto de trabajo del resto de la plantilla y compañeros y
compañeras, y amigo y amigas , al fin y al cabo Es decir, que dejamos de trabajar en todos los
aspectos, pero dejamos la puerta abierta, que nos puedan consultar , de forma, que se puedan
salvar todas las barreras , para continuar conquistando el futuro, con las ilusiones renovadas por
los nuevos responsables y aventureros , con las ilusiones renovadas , y la fe en el nuevo futuro
a conquistar, a su manera , y con su filosofía. Y a los que deseamos lo mejor, y con la pasión por
delante.

En consecuencia, este primer trance, de acceder a la condición de jubilado, y a estas alturas de
las pocas semanas transcurridas, todavía, no he sido capaz de asimilar la decisión en todas sus
consecuencias. Pero, como siempre intento, ser paciente observador, siempre trato de sacar
conclusiones positivas de este cambio decisivo en mi vida. Y en consecuencia, trato de aceptar,
que todo está cambiando, y que ahora más que nunca, soy un pasajero, que trata de vivir, y
dejar vivir, sin rencores, sin remordimientos, con paciencia, y sana armonía, con los amigos, y
con las amigas, que me constan, y con los que convivo y disfruto. Pero con todos y con todas,
trato de ser un amigo hasta el infinito, sin pedir nada a cambio,

Ahora se trata, poco a poco, de hacer un sencillo plan de vida, para no caer en el aburrimiento,
y en la falta de motivación. Es decir, se trata de organizarse, y buscar, sobre todo, salvar las
ansiedades y otros misterios. Y al mismo tiempo, ser capaz de reinventarse, para pensar y vivir
de otra forma. Pero eso, lo contaremos poco a poco.

Así que, con paciencia y con calma, no hemos hecho más que empezar el caminante no hay
camino se hace camino al andar, del jubilado. Que todo un mundo está por descubrir, analizar,
desmenuzar, desentrañar, de asimilar, a nuestra manera, pero que al fin y al cabo, siempre,
siempre, tendremos el empuje, la armonía, la serenidad, que nos traslada la increíble luz
mediterránea.