El CEIP L´ Horta se inauguró hace 34 años (curso 86-87), y en todo este tiempo sólo ha conocido un conserje. Más de tres décadas después, Pedro ha decidido colgar las llaves, dejando un recuerdo imborrable y recibiendo mucho cariño en su despedida.

PREGUNTA: Ha pasado una semana, ¿todavía dura la emoción?

RESPUESTA: Fueron tres día muy intensos y emocionantes. Como saben que soy radioaficionado, me mandaron mensajes de telegrafía que tenía que descifrar. El primer día mi hijo, el segundo mi mujer y el tercero mis nietos. Fue inolvidable.

P: En el colegio se han volcado con tu despedida…

R: Fue una sorpresa, vinieron muchos profesores jubilados y entraron por detrás del patio. Había 50-60 personas. Además, por redes sociales también he recibido mucho cariño y estoy muy agradecido.

P: En 34 años habrá habido tiempo para muchas anécdotas…

R: Muchísimas. Podríamos estar toda la tarde contando, pero recuerdo una del año pasado cuando a un niño se le calló un diente por el lavabo. Tuve que desmontarlo y cuando se lo di fue una gran alegría. Como esa ha habido muchas.

P: Habrás visto pasar a tantos y tantos alumnos…¿te siguen parando por la calle?

R: Sí. A algunos los reconozco porque apenas han cambiado, a otros me cuesta más. Incluso hay muchos que ahora tienen 45 o 46 años y ya tienen sus hijos matriculados en el cole. Para mí es un orgullo que me reconozcan.

P: Para los niños, el conserje es una figura muy importante…

R: Ellos lo ven como el jefe del colegio, quién lleva el manojo de llaves, el que manda.

 “Para los niños el conserje es el jefe del colegio, el que manda”

P: La pena es este último año que ha sido muy diferente a los anteriores…

R: Si, sientes pena de ver a niños tan pequeños con mascarilla, ellos recordarán este curso toda su vida. Aún así son muy responsables y las medidas de seguridad están respondiendo bastante bien.

P: ¿Cómo es tu vida de recién jubilado?

R: La verdad es que se echa de menos el trabajo, pero ahora me centraré más en mi familia, mis nietos y mi hobbie conocido por todos como radioaficionado.

P: Hablemos sobre la URE (Unión de Radioaficionados). ¿Cómo os va en esta situación tan delicada?

R: Seguimos al pie del cañón reuniéndonos cada jueves en la calle Benito Pérez Galdós, no somos más de 5 o 6 pero aun así seguimos disfrutando al hacer conexiones con otros lugares. Es cierto que la tecnología digital ha restado importancia al mundo de los radioaficionados, pero aun así nosotros seguimos conociendo gente, haciendo amigos, organizando trofeos y aquí en San Vicente somos la segunda asociación en importancia tras Valencia.

P: Para acabar, ¿algún mensaje que quieras transmitir después de todos estos años?

R: Desear suerte a todos los alumnos, padres y profesores. Espero que el colegio siga tan cuidado como siempre. Yo empiezo otra etapa de mi vida, orgulloso y muy agradecido con lo vivido.