Somos L'Alacantí

El nuevo periódico de la comarca

COMERCIO DE SAN VICENTE

San Vicente del Raspeig

EN BUSCA DE LA OLA DE VIDA Y DESAFIOS

Pascual Andrés Tévar nos envía un nuevo artículo

Desde el pasado mes de julio 2021 que nos amenazan de miedos e incertidumbres con la quinta ola de la pandemia, y es como el laberinto interminable, que se hace incompresible, para intentar saber dónde estamos, y como queremos salir.

Así que, reflexionando, el nombrar la pandemia por número de olas, nos lleva a un lenguaje de estrés, y miedo, que por no atrevernos a enfrentarnos a su desafío, y acomodamos nuestro lenguaje, con el egoísmo cómo de no pensar, de dejarse llevar, y ya nos sacarán de este enorme
embrollo.

Porque no estamos para pararnos a desafiar, y reflexionar, que se antoja incómodo, y de complicarnos la vida, y no nos es fácil de digerir mentalmente, así que lo dejamos fuera de nuestros pensamientos.

La quinta ola, nos está llevando, a ser camaleónicos, y elegir lo que nos interesa, para que no nos afecte a la forma tranquila que intentamos de vivir nuestras vidas. Así que nos suena, a estadísticas, a datos, a curvas gráficas, a niveles de ingresos en los hospitales y dentro de ellos
en las ucis, como si estuviéramos viendo una serie o un reportaje. Y es que desde que empezó la pandemia, el caparazón anti sufrimiento, se ha hecho más duro y frío, hasta tal punto, que no queremos, que no nos atrevemos a ahondar, en las repercusiones de los miedos y sufrimientos, ni en lo personal, ni mucho menos en lo colectivo, y la solidaridad se queda en una nube de fantasía.

Con el paso del tiempo, desde que comenzó la pandemia, a pesar que nos ha cambiado de alguna forma la vida, no queremos averiguar a conciencia, en que hemos cambiado, y cómo podemos luchar cada día, para que no nos arrastre la rutina del inconformismo cruel, y sin sentido. Es mejor, ser conformista, y dejarse llevar, el sacrificio que en estos límites, no lo vemos
útil, porque al fin y al cabo, no queremos complicarnos la vida.
En este camino, queramos o no queramos, a cada cual, le llega el momento del dolor y el sufrimiento, cuando lo vive en su familia, en la más cercana, en las más incuestionable, que no hay barreras para taparla. Y es en esos momentos, cuando las olas, y los datos, se convierten en desafíos, y hace que no existan palabras, para definir el sentimiento, y es entonces, cuando, cada uno y cada una, tratará desesperadamente de buscar el consuelo solidario y compartido, y allá cada uno y cada una con su conciencia.

Así que, si las olas, te exigen cuidados y protocolos, si te exigen a pesar de las vacunas, respetar las cuarentenas, de una hija que después de muchos meses ha venido a visitarte, y tiene que quedarse encerrada , porque ha dado positivo en un pcr, que le exigen las normas del piso tutelado, a pesar de estar todos vacunados .

Es entonces, cuando sin saber cómo convivir, tienes que darle motivos, para que estar en casa, de alguna manera, ha merecido la pena, y ha tenido
algún sentido.

Estamos inmersos, en un mundo de olas de pandemia, que no tienen fronteras, ni puntos de entrada y de salida, así que lo mejor que podemos hacer, es ponerse a salvo, en una playa serena, que cada uno y cada una, tenemos el reto, de trabajar duro, muy duro, para que no nos
arrastre mar adentro, quitándonos la capacidad de respuesta. Y ese reto, toca hacerlo individualmente, porque por mucha ayuda, por muchos consejos, el paso y la decisión es cosa nuestra, queramos o no queramos, nos toca tomar decisiones y correr riegos.

Es hora pues, de darle la vuelta al concepto de ola de la pandemia, y auto convencernos, de que más allá de los fríos números de los datos y estadísticas, que estamos dispuestos a transformar las secuelas de esta crisis, en un reto de superación, para conseguir con fe, que nunca perdamos
la ilusión, de que vamos a conseguir de volver a vivir, aun no sé cómo ni cuándo, pero lo conseguiremos juntos todas y todos , y reviviremos juntos todos y todas , los abrazos y los besos interminables, bajo la increíble luz mediterránea.

DEJA UNA RESPUESTA

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *