Pascual Andrés Tévar

El pasado 09 de marzo 2022 se hizo interminable la noche emociones en un partido de la Champions en el Estadio Santiago Bernabéu, donde se unieron el sufrimiento, la pasión, la alianza interminable de los aficionados, mejor los madridistas , formando parte indisoluble del EQUIPO.

Para empezar a entender este acontecimiento mágico, es necesario mirar a los 120 años de historia de esta entidad llamada REAL MADRID, y percibir que se ha forjado, en noches como esta, donde no existen límites al sufrimiento y la pasión, en busca de la superación.

En mi vida, desde niño, viendo las estampas de DI STÉFANO, GENTO y Compañía, empezaba esa pasión, que se iba asentando y moldeando con los años. Y que iba forjándose ese MADRIDISMO de valores, que se hacían parte de tu vida casi sin darse cuenta.

Con el paso de los años tuve el honor, en un mes de febrero de 1988 fundar la PEÑA MADRIDISTA SAN VICENTE DEL RASPEIG , como parte de la primera junta directiva , y la pasión se iba asentando , compartida con los COMPAÑEROS y AMIGOS que ya son parte incuestionable de mi
transcurrir por la vida. Y que lo cuento, mejor lo contamos, en un libro del 25 ANIVERSARIO, que ya queda para nuestra pequeña historia.

Los valores se forjan, en esos viajes en autobús, con la ilusión por bandera, que desde bien temprano, salíamos hacia Madrid, con nuestra parada para el almuerzo, con nuestra comida organizada, y con la culminación del partido, en nuestro templo del SANTIAGO BERNABÉU, que nos desataba las vivencias, del sufrimiento, del apoyo, y de la fe en la superación hasta el final.

Y había que seguir superando retos, para regresar a casa, y sobre las cinco de la mañana o más, regresar, cargado de moral infinita, por el triunfo, o con la angustia y la ansiedad para volver de nuevo, para superar la eliminación, y desear con fervor, que llegue otra oportunidad la próxima
temporada. Y regresar al trabajo, sin apenas dormir, y tener esa vivencia como parte de tu lucha por la vida de cada día.

A lo largo de tantos años, tengo la sensación, que todas las vivencias han forjado los valores que son parte de la vida, como el trabajo incansable, el sacrificio, el compañerismo, el sufrimiento, la superación, que me ha transmitido el sentimiento Madridista, y que es una forma de ir por la
vida, con humildad, con respeto a los demás, y necesidad de compartir y no de presumir. Porque cuando los valores son de verdad, se traducen en tu vida diaria. Y puedo decir, que tengo

AMIGOS de otros EQUIPOS, y desde el respeto, trato siempre de compartir, antes que excluir.

Por todo esto, y mucho más que serían libros, lo vivido el pasado 09 de marzo, se puede entender, si se analiza desde los valores que esta ENTIDAD lleva en su esencia, y que es más que superar una eliminatoria, es más que ganar títulos, es un sentimiento, es una forma de entender la vida, es una forma de ser ciudadano o ciudadana del mundo.

Pero también es necesario, entender, que la ENTIDAD lo expresa a través de la FUNDACION, el espíritu SOLIDARIO, que lo tiene expresado, en todo el mundo, a través de las ESCUELAS, y hace una labor, sobre todo con los niños y niñas, que les ayuda a ser personas, a ser responsables, a
integrarse a la sociedad, y a poner en marcha los valores que se les transmite.

Así que, cuando se vive una noche como la del pasado 9 de marzo, hay que verla, entenderla, y compartirla, como una expresión de valores inmersa en un partido, pero que transmite, una lección incuestionable, la fe en la superación, poniendo en juego el trabajo incansable, elsacrificio de lo individual para el EQUIPO, y dejando que la magia, haga su trabajo cuando se busca, y se lucha, sin límites , para que fluya , y ayude a superar los retos que parecen increíbles.

En definitiva, y desde la humildad, desde el respeto, sin pretender dar lecciones, lo que se transmite en noches como esta, es que los VALORES, entre los que está la SOLIDARIDAD, es caminar por la vida de cada día, con la mirada limpia, con fe en el futuro que se construye de forma responsable, peldaño a peldaño, y convencidos de que no existen límites para los sueños, bajo la increíble luz mediterránea.