Somos L'Alacantí

El nuevo periódico de la comarca

COMERCIO DE SAN VICENTE

FIESTAS LOCAL San Vicente del Raspeig

LA SEMANA SANTA SANVICENTERA: HISTORIA, CULTURA, IDENTIDAD, TRADICIÓN

  • FRANCISCO CANALS BEVIÁ (Doctor en Economía Universidad de Alicante. Presidente del “Cercle d’ Estudis ¨Sequet pero Sanet¨ de Sant Vicent del Raspeig”)

La nueva celebración de la Semana Santa, es una buena ocasión para analizar y reflexionar sobre este hecho, no sólo religioso sino también cultural y socioeconómico, en el municipio de Sant Vicent del Raspeig. Y es evidente que una manifestación cultural, sus características y sus elementos constitutivos, forman parte de lo que define  un Modelo de Ciudad.

La Semana Santa actual no es la que tradicionalmente se ha celebrado en el municipio. Ha cambiado en muchos aspectos, es muy diferente, no sólo en aspectos formales, sino también, y es lo más importante, en el sentido de su celebración.

Para empezar, nos hacemos la siguiente pregunta: ¿desde cuándo podemos hablar de la celebración de la Semana Santa en el municipio sanvicentero?.

Y para ello, debemos acudir a la creación de la Ayuda de Parroquia del Raspeig, en la Ermita que se está convirtiendo en Iglesia, la cual “la erigió el Ilmo Sr. D. Joseph Flores Ossorio, en el día cuatro del mes de agosto del año mil setecientos treinta y tres..”. Todo ello fue en su momento investigado, analizado, y publicado por el Cercle d’ Estudis, en la recopilación de las Visitas Pastorales de 1747, 1753,1761, en el estudio de Millán y Santacreu (1.998), con la colaboración del Ayuntamiento de entonces.

En consecuencia, podemos datar el origen de la celebración “oficial” de la Semana Santa Sanvicentera en el año siguiente en 1.734, de lo cual se cumplirían ahora 288 años. Las celebraciones tienen como centro, en ese año y siguientes, el caserío que se va formando y que envuelve a Iglesia y aneja Casa del Cura en construcción en la segunda mitad del siglo XVIII; lo que hoy es el centro tradicional.

Nace entonces la Parroquia de “Sant Vicent Ferrer de El Raspeig”, que ocupaba lo que hoy es el término municipal sanvicentero más las partidas de Alcoraia, Verdegás, Canyada y Moralet, que siempre formaron parte de la Partida alicantina de El Raspeig. Esa división parroquial es la unidad administrativa que sirve de base y delimitación a los censos y padrones de la época.

Ya en el siglo siguiente, el XIX, el municipio sanvicentero alcanza su autonomía municipal, quedando en Alicante las partidas referidas, debido a maniobras políticas y actuaciones espurias; siempre formaron una unidad sociocultural y socioeconómica y, obviamente, religiosa. Y en el primer presupuesto municipal del nuevo Ayuntamiento, realizado después de la fecha oficial de segregación  1 de noviembre de 1.836; es decir ya en 1.837, aparece un capítulo o epígrafe presupuestario denominado “Festividades”, y del cual acompañamos la imagen.

En el referido capítulo de Festividades, podemos leer: “Semana Santa, Corpus Christi y Santo Titular”. Se trata de una verdadera declaración de intenciones y expresa una manifestación de Identidad del nuevo municipio. Nos está diciendo que esas son las Fiestas del Poble; las festividades tradicionales y oficiales. Una verdadera manifestación sociopolítica.

La festividad sirve, además, como motivo de concentración de los habitantes que viven dispersos en casas y caseríos diseminados por el término.

Los días de procesiones eran el “Dijous Sant”, “Divendres Sant” y el “Diumenge de Gloria”, precedida por la del domingo anterior o “Diumenge de Rams”. El Jueves por la mañana no era festivo tradicionalmente en la localidad.

Pero, sobre todo, y desde la metodología de la Antropología cultural, la característica más importante de la Semana Santa Tradicional Sanvicentera, es que la sociedad del “poble” celebra en esta festividad religiosa no la Pasión, sino la Resurrección. En lo que incide y, por tanto destaca, no es el Calvario y la Crucifixión, sino la Resurrección y la Gloria. De ahí que su momento principal no sean las procesiones de pasión y penitencia, sino el “Encontre”, la Gloria.

Ya que, después de la Pasión, el Calvario y la Crucifixión viene la Resurrección, viene la Gloria, representados en el “dissabte de Gloria” y la denominada “processó del Encontre”, entre la “Mare de Deu i el seu fill el diumenge pel mati o diumenge de mona”.

Algo que, por otra parte, es propio de esta celebración tradicional en el Antiguo Reino de Valencia: Resurrección y Gloria en contraposición a la Semana Santa castellana: Pasión y Muerte. Por tanto, el momento culminante era la “Nit del Dissabte de Gloria”, con la tradición de “llavarse els ulls” (lavarse los ojos), a las doce de la noche (hora solar), y “trencar canters i focs artificials”; comienzo del “Diumenge de Gloria”, “Resurrección”, o “diumenge de Mona”.

En la mañana del referido domingo, el caserío era invadido por un agradable aroma de “toñas y monas”, la asistencia a media mañana a la procesión del “Encontre” era el momento que marcaba la salida al campo, a “menjar-se la mona”, a celebrar la Resurrección, la Gloria. Y es que  era una “Festa”.

Por tanto, si se quiere mantener la Historia, la Cultura, la Identidad y la Tradición en la Semana Santa Sanvicentera, se deben tener en cuenta las características que hemos descrito y no copiar acríticamente de otras Semanas Santas. Porque, una celebración cívico-religiosa, forma parte y es elemento constitutivo de un modelo de ciudad, con identidad propia, lo cual es un factor cultural, festero, socioeconómico y también turístico.  

DEJA UNA RESPUESTA

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *