Pascual Andrés Tévar

En estos tiempos de julio 2023 cuando todo te aprieta, y te presiona, y te agobia, y hasta no te
deja pensar desde el norte, sur, este y oeste. Cuando ni siquiera las fantasías, te dan un poco de
respiro, es imprescindible “REINVENTARSE”, hasta encontrar un oasis, en ese infinito desierto,
que le den un nuevo sentido a la vida, como sea, pero suficiente, para volver a ser capaz de
descubrir la ilusión, aunque sea en dosis insignificantes, pero necesarias, para volver a sentirte
necesariamente vivo.
Es imprescindible, descubrir en el trabajo, ese punto, ese talismán, que le dé un valor más allá
de las rutinas, y que tiene un lado, por insignificante que sea, que sale de la rutina, del esfuerzo,
del sacrificio, y es capaz, de crear, de aportar valores, de dejar tu huella personalísima, por
insignificante que aparente, y que te argumento, para que merezca la pena, volver a intentarlo,
cada día.
Es imprescindible, creer, y sobre todo aportar, sin esperar nada a cambio, para que la
convivencia con la compañera de la vida, no entre en caminos incomprensibles, que te hagan
sentir, que no vas a ser capaz de superar un reto tras otro. Que la moral se tambalee, y que te
falten valores, que tanto te han ayudado, en este largo camino. Entonces, tienes que sacar, en
la paciencia, y en la serenidad, de los pequeños detalles, como puedes ayudarla, de verdad, y
ayudarte a ti mismo, para que las sonrisas, abran esas luces infinitas, que te estaban haciendo
dudar. Y vuelvan, eses instantes increíbles, y mágicos.
Es imprescindible, creer siempre, que ser padre, no se acaba nunca, que la conexión, tiene que
estar canden y viva cada momento. Por mucho que pienses, que no estás a la altura, que no
estás dándoles, todo lo que necesitan, y esperan de ti. Es necesario ser paciente, no desesperar,
y ser capaz, de fijarte, en esos pequeños detalles, que no se muestran, ni se mencionan, pero
que un buen padre sabe descubrir, y dar ese paso, que el hijo y la hija, esperan, y aunque no lo
esperen, lo sienten, viva y necesariamente, en momentos concretos, y les dan ánimos de verdad,
en sus vidas, y en sus pensamientos.
Es imprescindible, sentir a los amigos de verdad, no como un consuelo, o un apoyo
circunstancial. Y para eso, hay que despojarse, de los egoísmos encorsetados, y buscar, y
compartir la verdad. Y sobre todo, estar, siempre, dispuestos, a dar lo mejor de ti mismo, incluso
cuando estás atravesando una crisis existencial. Porque, seguro, que en ellos, encontrarás
salidas, llenas de sentido común, y de valores inextinguibles, que te van a ayudar de verdad, a
no perderte en caminos oscuros, y buscar siempre, el camino iluminado.
Así que, cuando creas, que estás al borde del abismo, cuando creas que nada tiene sentido, saca,
por mucho, y duro, y complicado, y sacrificado, y absurdo, y sin sentido, que parezca, ese lado
solidario, ese lado luchador, ese lado paciente, ese lado con sentido del humor, y con las
lágrimas bañando los ojos emocionados, y rebeldes, vuelve a creer en ti mismo. Y a pesar de
todos los sacrificios y secuelas que conlleva, y que vas dejando en el camino, encontrarás el
motivo, y el argumento, auténtico y verdadero, para darle el sentido que merece la ilusión de
vivir,…..y de compartir, en libertad, bajo la increíble luz mediterránea.