Somos L'Alacantí

El nuevo periódico de la comarca

COMERCIO DE SAN VICENTE

San Vicente del Raspeig

CUANDO FINALIZA EL AÑO Y REVIVEN LOS SENTIMIENTOS INMORTALES

Texto de Pascual Andrés Tevar

En estos últimos días de este año 2023 se recopilan tantas emociones y sentimientos que invitan
a reflexionar en lo que de verdad representan, que forman partes de nuestras vidas, y son
necesario, y diría imprescindibles, para darle sentido a nuestra existencia, en todas sus
dimensiones, y repercusiones, y consecuencias.
El sentimiento del trabajo, que hace que cada amanecer, nos empuje a ser protagonistas de
aportar nuestro grano de arena, para que la sociedad funcione, y se construya grano a grano
nuestra aportación, con todas las repercusiones, no solo materiales, sino de misión responsable
para funcionar como sociedad, en todas sus dimensiones.
El sentimiento del sacrificio, para tengamos claro, que es necesario esforzarse, a veces más allá
de lo comprensible, para que tengamos claro, que este valor, no es algo puntual , o caprichoso,
sino esencial en nuestra forma de vivir. Y que lo llevamos siempre, en la forma de nuestro
comportamiento, para saber y tener claro, que la única forma, de darle sentido a lo somos, y a
lo que hacemos.
El sentimiento de la superación, que hace llevar a nuestros pensamientos, la convicción, que en
esta vida, nada tiene sentido, sino sale, desde el deseo de sacar lo mejor de nosotros mismos,
para luchar, día a día, con el inconformismo total, para lograr, por pequeñas que sean nuevas
metas, que hace que la vida tenga argumentos y le dé sentido a lo somos, y a lo que pensamos.
El sentimiento del compañerismo, y este valor, se ve reflejado en la vida de la Peña, porque sin
él, no tendría sentido todo lo que hacemos. Y se transmite, a la vida en el trabajo, en la familia,
y en todo lo que repercute nuestra relación en la sociedad, y en la forma de relacionarnos, y que
hace ese espíritu de equipo invencible, que se levanta después de cada caída, con más fuerza, y
que es capaz, de no darse por vencido nunca. Eso, que en el madridismo llamamos no rendirse
nunca mientras quede tiempo. Y a las pruebas me remito.
El sentimiento del respeto, que es imprescindible tener claro, que es la base para que la sociedad
y la convivencia dentro de la misma tenga sentido. El respeto en todas las dimensiones, de
religión, de filosofía de vivir, de ideas, de expresión, de pensamiento, de raza, que con la libertad
por bandera, se parte incuestionable de nuestra forma de vivir y de convivir.
El sentimiento del juego limpio, que representa la esencia del deporte , de competir, en todas
las disciplinas deportivas , pero que también se tiene que instalar en nuestra forma de
relacionarnos como ciudadanos y ciudadanas, que saben aceptar las reglas del juego en todas
sus dimensiones, y que las respetan , para que su cumplimiento tenga sentido.
El sentimiento de la humildad, que nos pone en valor, lo que significa que todo por lo que
luchamos y nos superamos cada jornada, no puede llevarnos a la soberbia y a la insolidaridad,
de pensar en nosotros mismos, si pensar en los demás, y tener claro, que somos mejores, cuando
sabemos ser nosotros mismos, y siempre fuera de pedestales y agasajos, que nos desvíen de lo
que de verdad le da sentido a nuestras vidas.
El sentimiento de la solidaridad, que cuesta mucho, saber entenderlo, en saber transmitir,
porque lo confundimos con el ansía del protagonismo, de querer que se transmitan, y aparezca
nuestro individual protagonismo, los hechos, y las aportaciones que hacemos para ayudar, para
colaborar, en tantos fines y causas, que claman y reclaman nuestra colaboración. Cuando lo que
de verdad importa, cuando lo único que importa, es sentirnos muy adentro, que hemos hecho
un buen trabajo, y que hemos pasado desapercibos, porque el valor de nuestra solidaridad es lo
único que de verdad nos importa, y nos da argumentos para seguir adelante.
Así que, en este transcurrir de un año que se termina, tengamos claro, que los mejores
compañeros de viaje, son los valores, que hemos revivido juntos, y que lo que de verdad
importa, es que cada uno, y cada una, luchemos, y consigamos, por mucho y duro que sea, a
nuestra personal manera, que sean indispensables de nuestras vidas, y siempre con la ayuda
infinita de nuestra increíble luz mediterránea.

DEJA UNA RESPUESTA

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *