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San Vicente del Raspeig

LAS FIESTAS PATRONALES Y DE MOROS Y CRISTIANOS DE SAN VICENTE DEL RASPEIG Y LA COMPARSA ESTUDIANTES

Pascual Andrés Tévar

En esta primavera de 2024, recién estrenada la jubilación , he vivido unas FIESTAS PATRONALES
Y DE MOROS Y CRISTIANOS DE SAN VICENTE DEL RASPEIG , que me sugieren , me increpan, y
me transmiten unas sensaciones nuevas, que voy a tratar de que descubramos juntos , a
través de la ventana de este artículo.
Y como todo en esta vida, hay que contarlo desde el corazón emocionado, y la verdad, sin
disimulos, para que salga lo que desde el pensamiento zarandeado y debatido, lo que en
definitiva, quiero transmitir, eso sí, envuelto en mis emociones, para que cada cual las
interprete, y las viva, a su manera,
En primer lugar no voy a entrar en datos de FESTEROS y FESTERAS, y de cargos, y de
comparsas, y demás datos estadísticos, que se los dejo a los que los tienen y los pueden
transmitir con precisiones matemáticas, y de reportajes especializados y profesionales, que
respeto. Pero si quiero transmitir impresiones y vivencias personales, que reflejen lo que
siento por nuestras FIESTAS PATRONALES Y DE MOROS Y CRISTIANOS en este año 2024.
El asunto empieza a vestirse de FIESTA GRANDE cuando el día 05 DE ABRIL DE 2024 fui
invitado, por mi amigo del alma Javier, a la hermosa COMIDA DE LA OLLETA ALICANTINA, YO
DIRIA SANVICENTERA, DE LA COMPARSA ESTUDIANTES, preparada por amigo RICART
reservada a los hombres, y sabrosa a más no poder, pero que traslada el significado de que
por encima de la lucha de la igualdad, está el sabio sabor de respetar el espacio festero de los
hombres y de las mujeres. Al fin y al cabo, la libertad se demuestra con actos como éste,
donde me siento partícipe de un momento imprescindible, que le da sentido al comienzo a la
fiestas , y los espacios reservados a los hombres, que las mujeres y compañeras comprenden y
respetan religiosamente. Y quiero, agradecer de verdad, a la COMPARSA ESTUDIANTES, a
TODOS Y A TODAS LOS FESTEROS Y FESTERAS QUE LA COMPONEN esta hermosa y sabrosa
invitación , donde unos increíbles momentos , y, que me acojan con el cariño y buen rollo,
como uno más, desde hace varios años. Así que GRACIAS DE CORAZON Y HASTA LA PROXIMA.
A lo largo de estos días festeros, he vivido esas calles inundadas de ambiente y sentimiento
festero, que se traduce en esas zonas especiales, llamémosle recintos festeros de cuarteles
para comparsas cristianas, y kábilas para comparsas moras, de las 22, que salpican
alegremente las calles, para introducir otra forma de vivir para la fiesta, y convierten la ciudad,
en otra forma de sentir, unas FIESTAS PATRONALES Y DE MOROS Y CRISTIANOS, que merecen
parar el tiempo. Y vivirlas y disfrutarlas por la pasión infinita, en cada acto, en cada mirada, en
cada gesto, que nunca va a pasar desapercibido.
Caminado por las calles festeras me encuentro también que los ambientes sobreviven los
ataques de la vivir y saborear la fiesta , a tope, y se saben organizar para mantener la sana
limpieza a flote, que dejan secuelas de las largas e intensas, noches y madrugadas de fiesta,
comidas, y bebidas, y otros placeres en los que no entro, y, con los límites sobrepasados, pero
al mismo tiempo, controlados. Y, que los esforzados y pacientes Servicios de Limpieza
Municipales expresados en sus Empleados Y Empleadas, con su buen trabajo, logran, salvar y

ponen orden, y con sana limpieza, en las madrugadas alargadas, y en otros momentos. Y que
merecen mi reconocimiento y respeto, porque además lo he constatado personalmente,
transitando, por las calles, serenamente. Al final, es una larga batalla de diversión y de
recuperación, que ponen a prueba hasta qué punto sabemos disfrutar, hasta qué punto
sabemos compartir, y hasta qué punto, la fiesta lo justifica todo, pero, eso sí, dentro de un
orden, y con sentido común, o al menos, tenemos la dosis suficiente de conciencia, para
intentarlo. Pero, eso, es, otra reflexión, de ciudadanos, y ciudadanas, libres y responsables,
para de verdad, ser capaces de divertirse, y de respetar la ciudad donde conviven a diario.
En consecuencia , las jornadas de las deseadas FIESTAS PATRONALES Y DE MOROS Y
CRISTIANOS , se viven con pasión , y lo demuestran en el esplendor de desfiles, de colorido
inmenso, de los días grandes del fin de semana, dedicado al BANDO CRISTIANO el sábado, y al
BANCO MORO el domingo, donde los FESTEROS y FESTERAS, muestran todo el infinito
esplendor de los trajes, de los colores, de los movimientos de las filadas, y donde surgen esas
inigualables BANDAS DE MUSICA, que inundan de un sonido que te sumerge en otro mundo,
que de una forma única e infinita, que merece la pena vivir, y soñar, y trasladarte a otra
dimensión, al menos unos pocos y únicos momentos al año.
Cuando, llega el DIA DEL PATRON SAN VICENTE FERRER, al menos, desde un punto de vista
personal, me lleva a la espera de la procesión del atardecer del lunes más festivo del año, y,
religión aparte, espero, con una ilusión mezclada con ansiedad, en una esquina, de la Av. de la
Libertad, esquina a la calle Raspeig, y cerca de casa, a verlo pasar, un año más. Y con más
razón, en este año, cuando una avería en el carro de la carroza del SANTO PATRON, ha hecho
larga y con angustia la espera, la llegada. Cuando al final llega, y emboca la calle Manuel
Domínguez Margarit, me quedo más tranquilo. Como si se restableciera la calma, y dejara
paso a una finalización sosegada y merecida, de estas hermosas e intensas jornadas festeras.
Así que, desde la reflexión de un observador, que vive la fiesta desde su visión personal, tengo
que felicitar a todos y a todas, los que hacen posible, y que me han dejado, vivirla a mi manera,
y especialmente a la COMPARSA ESTUDIANTES, en los pequeños momentos elegidos
individualmente, pero que para mí, han sido suficientes, para encontrarle sentido. Y en este
año, un poco nuevo, por ser el primero desde el inicio de la jubilación. Lo cual, plantea otro
nuevo reto para el futuro, y es, sacar dosis de paciencia y tiempo, para descubrir otros
momentos buenos, que todavía me quedan por descubrir, y eso sí, baja la increíble, y sabrosa,
luz mediterránea.

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