La reciente subida de la tasa de basuras ha generado un importante debate en San Vicente del Raspeig, tanto entre la ciudadanía como en la oposición. Para aclarar los motivos y consecuencias de esta medida, entrevistamos al alcalde de San Vicente, Pachi Pascual, quien explica las razones detrás de esta decisión y responde a las críticas.

La reciente subida de la tasa de basuras ha generado un importante debate en San Vicente del Raspeig, tanto entre la ciudadanía como en la oposición. Para aclarar los motivos y consecuencias de esta medida, entrevistamos al alcalde de San Vicente, Pachi Pascual, quien explica las razones detrás de esta decisión y responde a las críticas.

¿Por qué se aplica ahora esta subida en la tasa de basuras y si está relacionada con el contrato del servicio de recogida?

Esta subida viene motivada por una normativa europea que busca reducir la cantidad de residuos que generamos. La idea es que quien más contamine, más pague. Esta normativa está en vigor desde 2018, pero fue en 2022 cuando el Gobierno de España aprobó una ley que obliga a los ayuntamientos a recaudar lo necesario para cubrir los costes de recogida, transporte y tratamiento de los residuos. Esta ley entrará en vigor definitivamente en abril de 2025, así que ya no tenemos margen para postergar su aplicación.

En San Vicente, el coste estimado del servicio para 2025 será de unos 6,7 millones de euros, pero hasta ahora solo recaudamos unos 3 millones, lo que nos deja un déficit de 3,7 millones. Hasta la fecha, ese déficit se cubría con otros ingresos municipales, pero la ley nos obliga a que las tasas cubran al menos el 95% del coste del servicio. Esta subida no ha sido una decisión del Ayuntamiento, sino que viene impuesta por la legislación.

¿Se podría haber hecho algo para evitar un aumento tan elevado, como prorratear la subida?

Sin duda, se podrían haber tomado medidas a lo largo de los años, como mejorar el reciclaje, lo que nos habría permitido pagar menos por el tratamiento de los residuos. Estamos en torno al 50% de residuos rechazados, lo que incrementa el coste por tonelada. Además, el contrato de recogida está caducado desde 2020, lo que ha dificultado aplicar mejoras.

Entre 2015 y 2023, durante gobiernos de izquierda, se bajó y luego se congeló la tasa de basuras, a pesar de que los costes del servicio y las exigencias medioambientales seguían subiendo. Si se hubiera actualizado la tasa de forma gradual, no estaríamos en la situación de tener que aplicarla de golpe con casi un 100% de aumento. Nadie quiere subir impuestos, pero en su momento no se tomaron decisiones, y ahora nos hemos visto obligados a hacerlo.

¿Qué herramientas hay para paliar el impacto de esta subida? ¿Se ha planteado alguna compensación?

Hemos establecido varios criterios para intentar paliar el impacto. Por ejemplo, para ajustar la tasa se ha calculado la capacidad económica con el valor catastral de las viviendas y la cantidad de residuos generados a través del número de personas empadronadas en cada vivienda y el número de contenedores por zona. En las zonas donde hay más generación de poda, como en urbanizaciones, se ha asignado un coste mayor. También hemos declarado el barrio de Santa Isabel como zona de especial protección, donde la subida será solo del 12%.

Además, hemos implementado una cuota social reducida de 30 euros al año para familias con ingresos bajos, quienes deberán cumplir ciertos requisitos, como no poseer más de una vivienda o que los ingresos de la unidad familiar no superen la renta de garantía de inclusión social.

También hemos aplicado una reducción del 5% en el IBI para compensar parcialmente el aumento de la tasa de basuras. Aunque no es suficiente para compensar todo el incremento, es un gesto para ayudar a las familias. También estamos estudiando la posibilidad de fraccionar el recibo en dos pagos para facilitar su abono.

¿Por qué cree que la oposición critica esta medida y la califica de injusta?

El que gobierna tiene la responsabilidad de tomar decisiones, y en este caso, hemos actuado conforme a la ley. La oposición está utilizando este tema políticamente, a pesar de que saben que, independientemente del color político, todos los ayuntamientos se ven obligados a subir la tasa de basuras por esta ley.

Hemos tenido en cuenta los criterios de vulnerabilidad económica y ajustado la tasa en consecuencia, pero si unos pagan menos, otros tendrán que pagar más. La crítica de la oposición es demagógica, ya que, a largo plazo, el verdadero problema que enfrentamos es la gestión de residuos. Si no actuamos ahora, la situación empeorará. No debemos engañar a la gente: la sostenibilidad y la correcta gestión de residuos son retos que debemos afrontar.

¿Qué medidas se están tomando para mejorar el reciclaje en San Vicente?

En el nuevo contrato de recogida de residuos incluiremos el contenedor marrón para la materia orgánica, con la intención de bonificar a aquellos que reciclen adecuadamente. Queremos incentivar a los ciudadanos y hacerles partícipes del esfuerzo para reducir los residuos que generamos. Solo si mejoramos el reciclaje podremos evitar futuras subidas en la tasa de basuras.

En resumen, esta ley nos obliga a cumplir y pedimos a la oposición más rigor y responsabilidad. Si hay propuestas razonables para mejorar la aplicación de esta medida, estamos dispuestos a estudiarlas.