Carmen Pastor Sánchez

Trabajadora Social

Ante la crisis sanitaria originada por el Covid 19 y la declaración del estado de alarma, ningún ciudadano hubiera podido imaginar que se iba a vivir una situación como la que estamos viviendo, no solo por el confinamiento, los contagios y los fallecidos sino también por la paralización del país.

En definitiva, una situación inimaginable que no solo ha afectado a España y a Europa sino al mundo entero.

Pensábamos que la crisis del 2009 nos había puesto a prueba pero todavía nos quedaba un nuevo reto por abordar, la crisis originada por el Covid19.

Para los Servicios Sociales de Atención Primaria que promovemos el bienestar de la población, que acompañamos a los más vulnerables a resolver sus conflictos y dificultades, esta situación nos ha puesto a prueba una vez más, no solo porque hemos tenido que reinventarnos a marchas forzadas y adaptarnos a una situación de extrema gravedad para muchas de las personas con las que habitualmente trabajamos, sino porque estamos atendiendo a personas, como tú y como yo, que un virus les ha paralizado la normalidad de sus vidas.

Los Servicios Sociales de Mutxamel se pusieron en funcionamiento desde el minuto cero de esta crisis, toda nuestra imaginación, conocimiento, modificando procedimientos con celeridad, adaptándonos a los continuos cambios legislativos, reuniones de coordinación, atención telefónica, seguimiento de familias, gestión de ayudas… no solo para que los ciudadanos vulnerables económicamente accedieran de forma ágil a las ayudas económicas para cubrir las necesidades básicas y los pagos de luz, agua, alquiler… sino que hemos seguido manteniendo contacto telefónico con los usuarios a los que se les venía prestando apoyo e intervención; usuarios de intervención familiar, menores en situación de riesgo, menores en acogimiento familiar, dependientes, mayores, enfermos mentales, mujeres víctimas de violencia de género para que no se sintieran solos, dándoles apoyo emocional, enseñando estrategias para afrontar el confinamiento, acompañando a los que viven solos, escuchando sus dificultades, sus miedos, etc… Todo ello, funciones indispensables ahora más que nunca.

Desde el inicio, los profesionales estamos atendiendo una media de 350 llamadas semanales y a día de hoy, se ha apoyado económicamente a 230 familias con una inversión hasta el momento de 72.000 euros así como el refuerzo de dos profesionales que completarán su jornada con un coste aproximado de unos 40.000 euros.

Quiero agradecer en primer lugar a la Concejala de Servicios Sociales, Marisol López, por su apoyo incondicional, por su valentía en la toma de decisiones y por su empatía ante las dificultades sociales. De igual modo agradecer al equipo de gobierno por tener un único objetivo común, paliar las necesidades sociales de sus vecinos derivadas de esta crisis sin precedentes.

No puedo olvidarme de todos los funcionarios de los distintos departamenteos municipales, área de la persona, área de régimen interior, intervención, secretaría, tesorería, informática, policía local, etc… Gracias por vuestra paciencia, asesoramiento, apoyo incondicional y la rapidez y diligencia con las que habéis atendido nuestras demandas.

Mi agradecimiento también para Cáritas y Cruz Roja que están colaborando con nosotros en esta situación, así como los bomberos de Alicante que nos facilitaron batas desechables para las auxiliares del servicio de ayuda a domicilio. A los trabajadores de la Empresa Filias que pusieron a los técnicos de diferentes programas a nuestra disposición.

Gracias a los profesionales del Gabinete Psicopedagógico Municipal con los que mantenemos una coordinación estrecha y diaria y cuya labor ha sido de gran ayuda y apoyo en la valoración de las necesidades de familias con menores en edad escolar.

Y, como no, como jefa accidental de Servicios Sociales quiero dedicar un enorme aplauso a los técnicos de este departamento: trabajadoras sociales, psicólogo, educadores sociales, especialista, en acción social, agente de igualdad, abogados, educadora familia, auxiliares del servicio de ayuda a domicilio, administrativos por su vocación, profesionalidad, por su entrega, por todas las horas dedicadas fuera de la jornada de trabajo. En definitiva, por su gran sensibilidad, tesón y corazón ante esta tragedia a pesar de los miedos, la incertidumbre y el gran estrés que nos está generando esta situación y que algún día tendremos que abordar.

A todos ellos dedico un gran aplauso, porque aunque invisibles, son imprescindibles y esenciales en estos momentos. Todos y cada uno de ellos, con nombres y apellidos, han mostrado su cara más humana y profesional. Me siento muy orgullosa de haber pilotado a este gran equipo.

Quizás con el tiempo, la distancia y cuando esta pesadilla haya pasado, esta pandemia nos sirva para tomarnos espacios para la reflexión, para que aprendamos a valorar y mejorar nuestro trabajo en el día a día y darnos cuenta de que, como servicio esencial, somos muy valiosos.