La próxima semana, los escolares de nuestro municipio volverán a los centros educativos varios meses después. Desde que las aulas se vaciaran a mediados de marzo, los alumnos y sus familias se vieron abocadas a una situación sin precedentes marcada por la incertidumbre. El próximo lunes se retoman las clases, aunque en un entorno muy diferente al acostumbrado. En las próximas líneas reflejamos como se afronta desde diferentes perspectivas esta ‘Vuelta al cole’ tan peculiar.

En plena vorágine de rebrotes, el regreso de las clases marcará el devenir de la pandemia. Los colegios e institutos de la localidad han trabajado durante el mes de agosto para adaptar los centros a las nuevas realidades y coordinar las medidas y protocolos a seguir una vez el curso eche a rodar a partir del lunes.

Colegios

Todos los colegios de San Vicente han acordado realizar una vuelta al cole escalonada. El lunes 7 de septiembre se incorporarán los alumnos de infantil (3 años) 5º de primaria, 6º de primaria y educación especial. El martes llegará el turno de 3º y 4º de primaria. Para el miércoles se recibirá a 1º y 2º curso, mientras los últimos en llegar serán los más peques de infantil (4 y 5 años), que lo harán el jueves con la idea de que la semana finalice con toda la comunidad educativa al completo.

Todos los colegios de San Vicente han acordado realizar una vuelta al cole escalonada

Los centros siguen las directrices de Consellería, que como recalcan desde El CEIP L´ Horta se actualizan casi a diario, obligando a un esfuerzo de adaptabilidad. A nivel de funcionamiento, habrá que asegurar la distancia de seguridad en las clases. “Nosotros tenemos aulas grandes y pedimos no realizar ningún desdoble, pero finalmente Consellería nos ha demandado que dividamos tres clases para no superar los 25 alumnos de capacidad por unidad”, señala Reyes Gomis, directora del CEIP Bec de L´ Águila, que ha adaptado las aulas de música e informática para cubrir necesidades. Gomis también confirma la llegada de tres profesores extras enviados por Consellería, así como tres monitores para el comedor y una dotación de 13.200 euros en materia de avituallamiento sanitario (gel, guantes, mascarillas…).

En caso de posibles contagios, los centros seguirán el plan de contingencia marcado por el gobierno autonómico. Se reserva un aula COVID para aislar a cualquier niño con síntomas. En ese caso, se avisará a la familia, se pedirá asistencia sanitaria y se controlará el círculo más próximo del afectado, incluyendo los alumnos cuyo pupitre esté a su alrededor.

Institutos

El caso de los institutos es más complejo, ya que hay menos y el nº de alumnos por centro es elevado. Por ejemplo, en el IES Gaia se ven cada curso obligados a dar cabida a cerca de 900 estudiantes cuando la capacidad del centro ronda los 500. Si de por sí es difícil gestionar esta situación, ahora la complicación es mucho mayor, obligando a un esfuerzo mayor, tal y como afirma el director Juan Manuel Dávila. “Llevamos todo el mes de agosto preparando el plan de contingencia, con aulas que no pueden superar los 20 alumnos. No hemos recibido profesorado extra”, explica el director del Gaia.

Debido al exceso de aforo, los institutos se ven obligados a dividir la asistencia en días alternos

La vuelta a las aulas también será paulatina, reservando los primeros días para sesiones de bienvenida y concienciación con los alumnos. Debido al exceso de aforo, los centros se ven obligados a dividir la asistencia en días alternos. De este modo, una parte del alumnado acudirá presencialmente lunes, miércoles y viernes mientras el resto lo hará martes y jueves (cambiando a la semana siguiente). No están previstas sesiones online para los días en que los estudiantes no acudan a clase, aunque se les pondrán tareas para realizar desde casa. Los alumnos de 1º ESO y Educación Especial están al margen de este protocolo y acudirán todos los días lectivos al centro.

Desde el IES San Vicente, el director Joaquín Pastor explica que “estamos centrados en llevar a cabo las medidas necesarias para preservar la salud y evitar los contagios”, Para ello, cuenta, “se evitará el tránsito en la medida de lo posible, se dividirán los grupos, se instalarán mamparas y se aplicarán todas las medidas de seguridad necesarias”.

Familias

Otra pata en todo este entramado son las familias. Muchas de ellas viven con la incertidumbre de si sus hijos acudirán a un entorno seguro. Otras temen por como pueda afectar la nueva normalidad educativa a su conciliación. Por ello, como señalan los directores con los que hemos contactado, la labor de concienciación no se limita a los alumnos, sino que también se dirige a los padres para que entre todos hagan que esta situación sea lo más llevadera posible dentro de su complejidad.

“Los tutores mantienen reuniones virtuales con los padres y ellos deben ser los primeros en no llevar al niño a clase si sospechan que puede presentar cualquier síntoma”, explican desde el GAIA. En general y pese a alguna desconfianza, los padres entienden la situación, mientras desde los centros se muestran tajantes asegurando que se pondrá falta de asistencia a todo aquel alumno que no presente un justificante, salvo casos puntuales en los que exista una convivencia con un perfil de alto riesgo.

Simón Llinares, presidente del AMPA en el Bec de  L´ Águila, nos adelanta otra problemática, la que afecta a las actividades extraescolares y a las Escoles Matineres. “La extraescolares no las vamos a llevar a cabo y para la Escola Matinera necesitamos más monitores, lo que elevaría la tarifa”, lamenta, aunque saben la importancia de este servicio para padres y madres trabajadoras. “Es absurdo que en los centros se sigan unas medidas y en otras actividades no, por eso estamos centrados en ser exigentes y trabajar para que se respeten los mismos protocolos”. Llinares es consciente que hay que hacerse a la idea de que habrá casos sin entrar en alarmismos, ya que “por una cuestión de estadística se localizarán positivos, pero no por ello hay que entrar en pánico”. A partir de 3 positivos por aula se considera un brote y probablemente se proceda al aislamiento de toda la clase.

Otro sector afectado es el comercial, ya que tiendas como AmariYellow, dedicadas a la venta de material enfocado a la vuelta al cole, han detectado un importante descenso en la demanda: “Estamos teniendo muy poquita gente que se llevan bolsas de almuerzos, mochilas de saco o botellas personalizadas con el nombre”, pero muy poco en comparación a otros años.

El lunes, todos miraremos hacia el entorno educativo, que marcará la actualidad en las próximas semanas. Lograr el éxito es un trabajo de todos (alumnos, padres, profesores…), sabedores que hay que adaptarse a una realidad diferente y que acostumbrarse a ella precisará de un proceso largo y difícil en el que San Vicente debe estar a la altura.