Se le acumulan los frentes abiertos al Alcalde, Jesús Villar, que ha anunciado una restructuración de gobierno tras las dimisiones de Belén Arques y José Manuel Ferrándiz que se unen a la destitución de José Luis Lorenzo.

No hay semana tranquila en el Ayuntamiento. Tras la destitución de José Luis Lorenzo, estos últimos días ha sido noticia la renuncia del edil de Recursos Humanos, José Manuel Ferrándiz, argumentando encontrarse en una situación «insostenible» que se ha trasladado al ámbito personal. «Por ello, he tomado esta decisión que espero sea la mejor para el colectivo de trabajadores y trabajadoras, y para los intereses municipales, esperando que sea respetada”, indicaba el edil, que se encuentra de baja a la espera de ver si mantiene las competencias de Policía y la dedicación exclusiva una vez se restructure el gobierno.

El primer edil, Jesús Villar, una vez conocida la renuncia, lo primero que hizo fue agradecer el trabajo realizado en una concejalía tan compleja como es RRHH, aunque por otro lado lamentó que le haya influido en lo personal y esperando que esta renuncia sirva para mejorar su situación. «La relación con los representantes de los trabajadores pasaba por un momento muy tenso y sin visos de solución y es muy importante que la relación sea fluida para que los asuntos de los trabajadores y trabajadoras municipales se puedan ir solventando en los tiempos adecuados», explicó.

Días después, sin embargo, se ha llegado a rumorear que Villar no aceptaba finalmente esta dimisión si no iba acompañada de la pertinente renuncia de sueldo equivalente. Sin embargo, desde alcaldía aclaran que la idea es esperar a que se incorpore oficialmente el edil que sustituya a Belén Arques en el Gobierno para llevar a cabo una restructuración integral, siendo entonces cuando se valorará qué hacer con las delegaciones de Recursos Humanos. Por lo tanto “lo que hemos hecho es dejar la renuncia sobre la mesa, no rechazarla”, aclara Villar.

Así está actualmente la situación

Actualmente, la situación en el consistorio es la siguiente:

El PSOE cuenta con ocho concejales que ostentan competencias. De esos ocho, Ferrándiz, que se encuentra de baja, ha renunciado a Recursos Humanos, pero en teoría mantiene Policía. El noveno edil socialista será Juan Antonio López Perona (pendiente de tomar posesión), al que presumiblemente se le dará alguna delegación, mientras el décimo es José Luis Lorenzo, que mantiene su acta y representará al grupo en las comisiones, pero le han sido retiradas las competencias y el sueldo.

De este modo, quedarían por otorgar las áreas de Educación, Sanidad, Protección Animal y Recursos Humanos, ya que Presidencia y Participación Ciudadana han sido asumidas por Asun París. Queda saber si el nuevo edil se queda alguna de estas vacantes o bien pasan a ser administradas por otros ediles con mayor experiencia. El principal problema parece ser RRHH, ya que es una concejalía con muchos conflictos y desgaste, por lo que el Alcalde tendrá que decidir a quién le confía esta responsabilidad o si es él mismo quien la asume.

En todo este enjambre también surge la posibilidad de que se sume otro partido al equipo de gobierno, como pudiera ser Podemos o Compromís, ya que parece complicado (aunque no imposible) que EU admita más competencias que se añadan a las ya actuales que ostentan sus dos concejales. El pleno del 31 de marzo será el pistoletazo de salida para la anunciada restructuración que marcará los siguientes dos años de gobierno que no se presumen cómodos en San Vicente.