• Pascual Andrés Tévar envía un nuevo artículo de opinión

En estos días de mayo 2021 cuando nos cuentan que en los próximos meses de junio y de julio se van a abrir las fronteras del mundo, para viajar , en todas las direcciones que los protocolos del Covid-19 lo permiten , es imprescindible pararse , serenamente, a pensar , en cómo podemos abrir también las fronteras de la mente.

Después de un largo i inacabado túnel de pandemia, cuando parece que las vacuna, nos va dejando en la orilla de los posibles salvados, es incuestionable pararse a pensar en cómo están nuestros debates mentales.

Abrir las fronteras de la mente, es reflexionar sobre la vida, con tu compañera o tu compañero , y tener claro , si has luchado, para intentar salvarte sólo , o has pensado, seriamente en tu compañera o tu compañero, más allá del egoísmo, y con la mente abierta y solidaria.

Abrir las fronteras, es dejar a un lado, aunque sea por momentos, los miedos de la pandemia, porque asumimos que siempre van a estar, y volcarte en la familia, que por autoprotección, has dejado en muchos momentos, y casi de forma inconsciente, aparcada, durante tanto meses. Es necesario, es vital, ponerse las pilas, y trabajar de verdad, por recuperar el tiempo perdido, porque si no puedes caer en el egoísmo de la protección, y te faltará la valentía, de dar pasos decisivos hacia el futuro, salvando los miedos, que siempre nos van a acompañar, con todos los protocolos.

Abrir las fronteras, es volver a la Peña, para recuperarse de los miedos, y saber volver a vivir la pasión de los partidos de tu Equipo del Alma. Y a su vez, ser capaz de compartir, los valores, que el madridismo nos empuja, en todas sus repercusiones.

Abrir las fronteras, es acudir al trabajo, con la mete constructiva, y ser capaz de abrir paso a la concordia, a la convivencia, y a la lucha diaria de superación de límites y retos, que la pandemia nos ha hecho dejar huecos para las depresiones y ansiedades. Pero, que somos capaces, con fe, de encontrar formas de superación, pasito a pasito.

Abrir las fronteras, es pensar, sentir, y percibir, que es posible viajar, para intentar salir de las monotonías y miedos, y es un caminar de nuevo, con la busca de los reencuentros, de revivir sentimientos, que solo desde la sensación de viajar pueden plantearse. Que hay esperanza abierta, en volver a buscar lugares y paisajes, que existe la LIBERTAD, y que tendremos que esforzarnos en redescubrir todos sus matices, que la pandemia, de alguna forma, nos ha ocultado en la mezcla de miedos, dolor y melancolías.

Así que, abramos las fronteras de la vida, y de la libertad, más allá de la pandemia, y creamos, a pie juntillas, que saldremos al otro lado del túnel, a salvo de mascarillas y entramados protocolos, y caminaremos, con ilusiones a recuperar, y compartir, bajo la increíble luz mediterránea.