Paco Carrión – 5-5-23

Estamos escuchando continuamente en los medios de comunicación las noticias sobre los problemas de la sequía que padecemos en el mundo, pero en este caso nos ceñiremos a nuestro país… España.

Pantanos casi secos, algunas zonas ya con restricciones de agua, aunque esto no es nuevo, cuando yo era niño por los años 50-60, con menos gastos de agua que ahora ya existían esas restricciones.

Pero para no divagar mucho vamos al meollo de la cuestión. Se nos dice que están destruyendo pantanos o embalses, (yo no lo creo si no lo veo, como aquel apóstol) creo que eso sería una verdadera locura, y no creo que a nuestros políticos a pesar de no estar del todo cuerdos, sobre todo ahora en época de elecciones, se les ocurra tamaña barbaridad.

Pero sí hay algo que podemos comprobar, sin ser técnicos, ni sabios, ni nada especial, simplemente mirando al cielo.

Fíjense ustedes que cada día que en el cielo salen algunas nubes, aunque no sean muchas, al momento se ven los aviones esos (que antiguamente les llamábamos… de “propulsión a chorro” … o sea los que van dejando un chorro de humo que se ve desde lejos, y que por otro lado constará un riñón mantener, que los pagamos entre todos)

Bueno pues esos avioncejos no paran de meterse entre las susodichas nubes, hasta que al fin logran que estas se disuelvan… ¿no es un poco extraño que en vez de dejar que esas nubes descarguen la poca agua que llevan, los aviones las disuelvan para que no llueva?

Entonces ¿en qué quedamos, queremos que llueva o no?… he ahí la cuestión. Y los gobernantes ¿qué dicen al respecto?

Queridos lectores, analicen la cuestión que tiene mucho para analizar. Y ahora vas y los votas.

Reflexionen ustedes… yo me despido como siempre con eso de… que Dios nos coja “confesaos”