Ayer fue un día emocionante. El inicio del septenario de los Dolores, con la mejor puesta en escena posible como es el arreglo de Arturo para orquesta y coro, culminó con el homenaje que le brindó al final del acto don Roque al director artístico de la Orquesta, y que hizo que se nos disparara a todos el circuito de la ansiedad: las caras del personal (incluido el maestro) lo decían todo. Hasta los que nunca habían visto dirigir a Joan, contuvieron las lágrimas y un nudo en la garganta y en la boca del estómago que pudieron aguantar liberando más de cinco minutos de aplausos.

Palabras brillantes de Roque para la despedida del maestro (su último concierto dirigiendo Orfeón y Orquesta) que no serán las últimas.

Nos quedan justo 9 meses, si me permitís la comparación, de desescalada con Joan Espinosa. El próximo homenaje al maestro será en Alicante (sab 18 Mayo) donde hemos programado, mediante el convenio firmado entre la Federación de Sociedades Musicales y la Federación de Hogueras, que todos los años en el Festival ‘Nino Llorens’ participe una banda de la ciudad de Alicante junto a la última representante en primera sección del autonómico (en este caso Sant Joan).

Otro buen homenaje para recordarle al maestro lo emocionante que fue ganar.