¡Hola coronavirus!
Carmen Majadas, residente de San Vicente con 74 años nos envía este texto:
Te saludo desde la distancia de mi confinación porque no quiero cuentas contigo. Eres invisible al ojo humano aunque dejas con mucha claridad una ola de dolor y muerte para muchos inocentes a los que sin piedad has segado su futuro y su vida. No sé de dónde vienes ni a dónde quieres llegar pero te prometo que esto pronto se va a acabar porque nos haremos más fuertes para vencerte. Ahora nos has pillado desprevenidos pero estaremos más fuertes si vuelves en un futuro y sacaremos, a través de nuestros sanitarios, toda la artillería que sea necesaria para que no te salgas con la tuya. Yo, cuando trabajaba en el Hospital, tuve que luchar con muchos virus pero ninguno como tú de mortífero porque eres maligno, cobarde y muy rápido. Algo así como aquí te pillo y aquí te mato.
Tú serás muy fuerte pero es que nosotros, además, tenemos inteligencia y te prometo que jamás, jamás podrás con la humanidad. Incluso hace siglos el Arca de Noé se pudo preparar para el diluvio universal pero es que tú no nos has dado tregua alguna. Pero cuando ya podamos salir a la calle, si es que salgo de ésta, el mundo nos parecerá mucho mejor y nos saludaremos con más alegría porque todo será diferente y aspiraré en el aire la paz que ahora me ateriza y me ahoga. Tal que hoy, Jueves Santo, Jesús se despedía, no sin antes dejarnos un mensaje de paz, amor y esperanza. Me quedo con estas tres palabras y os las recomiendo a todos. Un abrazo de hermano para los que ahora lo están pasando verdaderamente muy mal. Hasta siempre. ¡¡Ánimo!!