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COMERCIO DE SAN VICENTE

San Vicente del Raspeig

San Vicente: su música y sus músicos en mi recuerdo

Texto de José R. Carbonell Beviá. (Mestre d’Escola)

Nació el 23 de diciembre de 1940. De muy pequeño fue acogido por el matrimonio formado por Vicente Canals Lillo y Clara Fernández Alarcón. La carencia de hijos hizo que la llegada del pequeño Vicentín al seno familiar supusiera un verdadero regalo.

Durante toda su vida, ayudó a sus padres en la tienda de frutos secos que regentaban en la calle mayor y quedándose al cuidado y regencia de ésta, al fallecer estos, hasta el año 1976 en el que cerró definitivamente. Su acercamiento al arte, su arrojo a la hora de interpretar. Sus tablas en el escenario fueron algo precoz en él. Con tan sólo seis años, consigue una guitarra que con la ayuda de D. Daniel, el sacristán, hace sonar en una pequeña rondalla de niños que éste forma. Interviene en las funciones que monta y organiza Pepita Moltó Peral. El martes 5 de noviembre de 1957, a beneficio de los damnificados de Valencia y organizado por el cuadro artístico local que dirige Antonio Orts se pone en escena el inmortal drama de don José Zorrilla, “Don Juan Tenorio”. En el reparto tenemos a Luisa Notario, en el papel de Doña Inés; Salvador Pascual, en el de D. Juan Tenorio; y Vicente Canals, que tan sólo tenía diecisiete años, en el de D. Rafael de Avellaneda, entre otros.

Como un niño más del San Vicente de entonces, me acercaba a comprar pipas o chucherías a la tienda de la familia Canals – Fernández. Era muy normal ver a Vicente de pie, detrás del mostrador de cara al público tocando la guitarra y cantando una canción que leía de uno de los cancioneros que por entonces proliferaban y que descansaba sobre el capazo de frutos secos. Entraba en la tienda y le pedía un cartucho de pipas. Al percatarse de mí presencia, seguía cantando, sin interrupción. Cuando terminaba la canción, me decía… Venga Ramoncin, canta. Si no cantas, no hay pipas. Y no tenía más remedio que cantar alguna canción, acompañado por su guitarra. Esto, en un primer momento lo acepté gratamente, pero al darme cuenta de que se repetía cada vez que él era quien atendía al público, para evitar el tener que cantar sin apetecerme, me asomaba muy sigilosamente o le preguntaba al que acababa de salir, quién estaba despachando y si me decía que era Vicente, me iba a la tienda de Vicente Jover Amat, que estaba dos casas más abajo.

          Se incorporó de muy temprana edad a la “Masa Coral La Aurora” y con ella cantó en la cuerda de tenores durante bastante tiempo. En 1969 se le brindó la oportunidad de representar en San Vicente, el rol de Gustavo, tenor solista de la zarzuela Los Gavilanes y del que salió airoso. En el año 1970, es galardonado en un certamen lírico que convoca la Peña Lírica alicantina. Cantó “Raquel”, romanza de tenor de la zarzuela “El Huésped del Sevillano”. El presidente del Jurado era Vicente Lillo Cánovas y un miembro del mismo era el famoso tenor alicantino Pascual Latorre.

El miércoles 25 de febrero 1970, Vicente Canals, junto a Rosa Isabel Beviá y Bejamín Beviá, interpretan,  en nuestra localidad, “La del Soto del Parral”. Aquí ya se pudo apreciar mejor sus condiciones canoras innatas.

Dos años más tarde, el viernes 14 de abril de 1972, la “Coral”, representa el romance marinero en tres actos, “La Tabernera del Puerto”, y en ella, afronta el difícil y comprometido rol del tenor solista, Leandro.

He podido saber que en ocasiones se reunía para tocar la guitarra en casa de su amigo Pedro Amorós, gran músico,  con un gran conocimiento musical y una técnica instrumental propia de un concertista profesional.

La guitarra, era su vida. Vicente Canals, es conocido artísticamente por una faceta hermosa y bella con la que regalaba a sus amigos y vecinos baladas, boleros, canciones, habaneras, etc, cantadas todas ellas con su voz y acompañadas de modo impecable por su guitarra, recorriendo un largo paseo nocturno por las calles de la localidad para disfrute y deleite de quienes, debido al intenso estío veraniego, no podían conciliar el sueño y agradecidamente le escuchaban desde sus ventanas y balcones. Alrededor del año 2000, Vicente Canals Fernández, tenor junto a Benjamín Beviá, barítono y Juan Antonio Mela, tenor, formaron un Trío al que bautizaron con el nombre de “Los Nostálgicos”. Más de una vez, ya en la cama acostado, les escuchaba por la ventana y me levantaba, me vestía todo lo rápido que podía, pues no quería perdérmelo, y salía a la calle a cantar con ellos, siendo siempre muy bien acogido por su parte. Era un verdadero disfrute, porque lo hacían muy bien.

El día 15 de mayo del 2006, me hallaba en un ensayo de la Coral Tabaquera y un compañero y vecino de Villafranqueza, se me acercó para informarme de que mi amigo Vicente, el de la guitarra, había fallecido. Ahí se acabó para mí el ensayo. Me levanté sorprendido y consternado y me dirigí al tanatorio en donde expresé mi pesar a Paquita Redulfo, su viuda. Fue un jarro de agua fría. No sabía que estaba tan enfermo, pues de haberlo sabido, le habría visitado con más frecuencia. Hasta siempre, Vicente. Te recordamos con verdadera “nostalgia”.

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