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Terremoto en el Iraklis

  • La dimisión del entrenador y de su hombre de confianza pueden propiciar una desbandada general a tres semanas del inicio de la competición

César Ponce / Somos Raspeig

La nueva andadura del CD Iraklis en 1ª regional empieza con turbulencias. A tres semanas del inicio de la competición oficial, han presentado su dimisión el entrenador, Manu Béjar, así como su hombre de confianza, Samuel Ricardo. Ellos han sido los encargados de traer a buena parte de la plantilla, por lo que podría desatarse una desbandada general que dejaría en cuadro a la entidad casi sin margen de reacción.

Manu Béjar fue renovado tras coger al equipo en la recta final de la pasada temporada. Sin embargo, la situación se ha tensado en estos partidos de pretemporada, donde el técnico fue expulsado en uno de ellos y volvió a encararse con el árbitro en otro compromiso posterior. Esta conducta no gustó en el club, que habló con el entrenador para que rebajase el tono con el estamento arbitral, ya que podría afectar a la imagen de la entidad blanquiazul.

Sin embargo, en el último compromiso preparatorio, fue en este caso Samuel quién tuvo discrepancias con el árbitro, desatando una discusión entre el presidente del club, José María Mateo, y el cuerpo técnico, en el que Samuel (con cargo teórico de preparador físico), amenazó con la dimisión. Horas después, se llevó a efecto dicha amenaza, incluyendo en la renuncia a Manu Béjar.

Desde el club mantendrán una reunión con los jugadores para saber cuantos están dispuestos a continuar, y ya se está trabajando para incorporar a un nuevo entrenador (el anuncio puede ser inminente) y reforzar la plantilla de cara al inicio de temporada.

“Lo de los árbitros es una excusa”

La versión de Manu Béjar dista de la del club. El ya ex entrenador cree que todo estaba preparado y asegura que “me estaban poniendo zancadillas desde que se confirmó el ascenso a 1ª Regional”. Béjar considera que “lo de los árbitros es una excusa, ellos cuando me renovaron ya sabían cómo soy. Si preferían a alguien con traje y corbata, que hubiesen buscado a otro”.

También asegura haber recibido presiones “porque no tenía licencia de entrenador”, por lo que el club había buscado a otra persona ajena a la entidad para que pusiera el carné y así poder cumplir la reglamentación.

Quique Tébar, presidente de honor, trató de mediar entre las partes, pero no pudo evitar un desenlace que deja un futuro incierto para el Iraklis, que mañana tenía amistoso previsto en Villajoyosa y no sabe si podrá contar con suficientes efectivos.

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