Pascual Andrés Tévar nos anvía un nuevo artículo

En esta vida de los inicios del 2022, que inmersos en lo que nos dicen de la sexta ola de la pandemia, no acabamos de dejar libertad a las IDEAS, y nos agarramos a las rutinas como la tabla salvavidas.

Es rutina salvadora, cuando cada amanecer , tratamos de engullirnos en rutinas salvadoras, como tocar varias veces algunas cosas , que como amuletos, nos sirvan al menos , de encontrar un sentido a la vida de cada día, y tener al menos, una dosis de moral suficiente, para enfrentarte, a los que te exigen las obligaciones, y las responsabilidades de la vida diaria.

Es rutina salvadora, acudir al trabajo, en la soledad mañanera, y hacer un ejercicio de fe, para intentar salvar las monotonías, y encontrar mensajes, que te den una mínima motivación, para que tenga sentido el inicio de la jornada. Y al mismo tiempo, por mucho que cueste, quitarse la ansiedad, para descubrir el camino, que le nos del mínimo sentido, a que merece el esfuerzo, de estar en el inicio de una nueva jornada, que sea ganadadora, aun a cuestas de la ansiedad , para darle el sentido a la vida, aun soportando las turbulencias de nuestros debates de pensamientos.

Es rutina salvadora, ver a la compañera de la vida, como tabla de salvación, para que a pesar de todos los problemas y dudas, su mirada, te de moral, que no vas a ser capaz de encontrar en tus soledades, para aguantar las dudas y ansiedades, y ser capaz de encontrar, una mínima luz, que
te de argumentos, que te empujan de fortaleza, para seguir a su lado, y de descubrir su apoyo elocuente, y sin palabras que lo definan.

Es rutina salvadora, tener siempre vivo en la memoria, que los amigos, que parecen ocultos y olvidados, siempre aparecen, si, con humildad, sabemos acudir, de cualquier forma, para que nos ayuden, a volver a reinventarnos, que existen motivos, aunque no seamos capaces de percibirlos. Y de una forma casi invisible, nos dan el aliento suficiente, para sentir la brisa
mediterránea, que nos empuja para seguir en la lucha.

Es rutina salvadora, tener claro, que en la Peña, siempre vamos a tener la opción de desahogar y absorber la pasión, y los debates con nuestro Equipo del alma, que nos hace encontrar algún motivo, por insignificante que sea, para darle una nueva sintonía, a las ilusiones nuevas por descubrir.

Es rutina salvadora, intentar ser conscientes, que cuando nos sacuden con fuerza, y nos tambaleamos, con los debates internos, que nos cuesta mucho soportar, no dejemos que la invasión de las dudas, nos aíslen envueltos en frustraciones. Y seamos capaces de encontrar, algún detalle, por pequeño que sea, que tenga argumentos fuertes, para vivir y compartir en todos los sentidos.

Así que, acudamos, a falta de ideas, a esas RUTINAS SALVADORAS, que nos dan la vida y la filosofía de ganar el día a día, bajo la increíble luz mediterránea.