Álvaro Muelas Castillo. Número 3 en la lista de EU El Campello

Un pueblo que no cuida y estimula a su población más joven está destinado al fracaso en el medio y largo plazo.

El Campello, un municipio de cerca de 30.000 habitantes (en temporada estival esta cifra se dispara) es cada día un lugar menos atractivo para sus jóvenes. La oferta cultural, de ocio y deportiva es a todas luces insuficiente, limitándose a la programación ofertada en la «sala Jove». Un municipio de estas dimensiones, que cuenta además con dos IES, debería contar con un casal de la juventud o al menos un espacio que adolescentes y jóvenes puedan gestionar y utilizar para llevar a cabo actividades y proyectos diversos.

Tengo la impresión de que los programas ofertados por la concejalía de juventud están destinados únicamente a «cumplir el expediente», pero que realmente no se está escuchando las demandas y anhelos de los campelleros y campelleras.

Recientemente ha tenido lugar una reunión con los corresponsales juveniles de los diferentes centros educativos, en esta se pusieron en común diferentes proyectos y necesidades de la población joven del municipio. Esperamos que este encuentro haya servido para recoger sus puntos de vista y hacerles sentir partícipes de las políticas destinadas a cubrir sus expectativas.

Algunos proyectos aprobados por el pleno municipal, como el «Skatepark» llevan tiempo siendo reclamadas por parte de la juventud campellera.

Creo que las instalaciones municipales existentes (por ejemplo, las diferentes pistas deportivas) están infrautilizadas, se me vienen a la mente pueblos más pequeños que cuentan con diferentes ligas deportivas locales que siempre son una excelente forma de un ocio saludable.

Por no hablar de la raquítica oferta formativa (más allá de la educación obligatoria) de un municipio en el que 300 jóvenes se desplazan a diario para estudiar una FP. A día de hoy en el Campello sigue ofreciendo únicamente un solo ciclo formativo, que además se imparte en las instalaciones de la Policía Local. La comparación en este aspecto con otros municipios de la comarca deja en una posición bastante mala a nuestro pueblo.

Todo esto no hace más que acentuar la impresión de que El Campello es cada año un municipio menos atractivo para adolescentes y jóvenes, que se deben mover a pueblos de alrededor para encontrar un ocio y una educación más estimulantes.

Creo que es el deber de una sociedad el cuidar, estimular y potenciar a la juventud, que es el activo más preciado de la misma. Sería un error irreparable perder la oportunidad de ser un pueblo en el que las jóvenes puedan desarrollar sus diferentes inquietudes y crear un proyecto vital. Si continúa esta deriva va a ser difícil huir de la impresión de que este es un pueblo «para turistas y jubilados».

Escuchemos y cuidemos a nuestra juventud, que es sin duda nuestro mayor tesoro.