Con el transcurso de los años , ahora que avanzo hacia los 74 años, necesito tener claro, que
los misterios, se instalan , como parte indispensable de nuestras vidas, y, o te acostumbras a
convivir con ellos , o te metes dentro de un túnel de ansiedades y angustias existenciales, de
las que no eres capaz de salir.

Las andanzas de los misterios por descubrir, se instalan, en la vida con la compañera de la vida,
tratando de entender todos sus con palabras, con miradas infinitas, y sus soledades, a las que la
someto, por mi largas jornadas de trabajo, siendo consciente, que no existen terapias de
disimulo, y que hemos tenido que aceptar, que esa rotura del tiempo distanciado, es un hecho.
Y que tenemos que ser capaces de aceptarlo, y reinventar otras formas, en los ratitos cortos que
pasamos juntos, y que se acortan, por mi tempranero cerrar el día, para estar preparados, para
el acosador despertar, a 5 y poco de la madrugada, ya que el cuerpo y sobre todo la mente
compulsiva , me obligan a ponerme en marcha. Pero hemos sido capaces de reinventarnos, y
disfrutar de la vida, momento a momento, sobre todo, porque somos capaces de concentrarnos
como, como si de alguna manera detuviéramos el tiempo.
Las andanzas de los misterios por descubrir, se instalan en la espera madrugadora, al recibir el
mensaje del WhatsApp de mi hija desde el piso tutelado, y me pone el despertar motivador, que
nos retroalimenta las emociones, y con los emoticonos de envío y de respuesta, tenemos la
ventana en marcha, de los mensajes positivos, para darle sentido al día, o al menos intentarlo.
Los mensajes de los misterios por descubrir, se instalan, en exigencia, y responsabilidad, del
trabajo de cada día, y siendo consciente, que los retos, me van a poner al límite, ni quiero ni
puedo, ser conformistas en la superación, y en el control, y en todo caso, aceptar, que con
humildad, no soy consciente de superar las exigencias. Pero sí, tengo, meridianamente claro,
que si no lucho, si no sufro, si no me tambaleo, y me debato con pasión en las dudas, en las
dudas, no voy a ser capaz, de superarlo, nunca. Así que ahí está el debate, y la lucha, en todos
sus misterios y consecuencias.
Los mensajes de los misterios por descubrir, se instalan, en sentir, la calma interior, que hijo, se
supera, en los retos en su residencia de la hermosa tierra de Alcázar de San Juan, y que es capaz
de desarrollar día a día, su proyecto de vida, aunque hablemos a cuenta gotas. Pero para mí, es
sentir, y palpar, que saber estar instalado, en la lucha y en superación de la aventura de la
empresa, con el amigo. Y que las emociones existenciales, no necesita contármelas, pero
percibo, que las sabes luchas, sufrir, en paciencia, y conquistar cada día.
Los mensajes de los misterios por descubrir, se instalan, en la vida de Peña, en la que cada día
me asaltan los embates de las tecnologías de los nuevos tiempos, y el reto de llevar las duras y
constantes, riendas, de la responsabilidad. Pero, como por me apasiona el reto, lo acepto, no
me queda otra, con resignación y paciencia. Y trato, a veces no sé cómo, de ir superando, cada
embolado. Y salir adelante, de la forma más consensuada posible. Aquí lo que está claro, es que
no sé cómo coy a resolver la situación, lo mejor meterse en el meollo, y lo demás vendrá por
añadidura. Lo demás es pura magia, y con amigos del alma, siempre encuentro sosiego y calma,
para pensar, y en encontrar soluciones, porque siento su apoyo de verdad, el que sale del
corazón.

Siempre, pienso y siento, que las colaboraciones solidarias, que buenamente y con humildad
puedo, con algunas organizaciones que me instalan confianza, me ayudan, a sentirme ciudadano
del mucho, y tener claro, que no solucionada nada, pero al menos, aporto, la insignificante, y
humilde contribución, que no me deja satisfecho, ni me la lava la conciencia, pero al menos,
siendo que no me deja impasible. Y siento, y percibo, que soy solidario, y que tengo motivos,
que algo puedo hacer, por ser, estar y sentirme un ciudadano solidario.
Así que, cuando, los misterios por descubrir, y con toda la carga de convertirse en
existenciales, me asaltan, y me embarcan, y emborrachan en las dudas, de alguna forma, me
empujan, para seguir adelante, para luchar por ganar el futuro, para no perder la fe. Y al mismo
tiempo, intentar ser capaz, de convertirlos en motivaciones que le den sentido a la existencia. Y
por otra parte, percibo, y soy consciente, que en la vida diaria, en todos sus ámbitos y aventuras,
que comparto cada día, hay motivos, para luchar con valentía, y con coraje, en el futuro, bajo la
infinita y serena influencia, de la increíble luz mediterránea.