César Ponce / Somos Raspeig

El CIPFP Canastell se ha convertido en un referente estos años por su apuesta formativa y su crecimiento, pasando de 600 a 2000 alumnos y de 68 a 200 docentes. Sin embargo, la futura dirección impuesta por la Dirección Territorial de Educación puede poner en riesgo todo ese desarrollo, o al menos eso piensan los gestores del centro que han recurrido la situación y cuentan con el apoyo municipal a excepción de Compromís.

El centro de Formación Profesional afrontaba un proceso para renovar o mantener su junta directiva. Al mismo se presentaron Carlos Navas, el vigente director, y otras tres candidaturas. Navas consiguió el apoyo del consejo social, del claustro y del Ayuntamiento (que hasta 2020 formaba parte del citado consejo social), sin embargo, su candidatura fue anulada al no atenerse a los requerimientos de Consellería, que solicitó una subsanación relativa a los días lectivos semanales, que en el centro son cuatro (de lunes a jueves) desde 2004, según explica el propio director. Lo sorprendente es que las otras tres candidaturas también se echaron para atrás, bajo el mismo argumento, aunque desde el centro aseguran que no recibieron requerimiento alguno.

“Ha sido una maniobra torticera para colocar a una inspectora bajo sus órdenes. Hemos recurrido la decisión, tanto yo a nivel personal como a través del sindicato CCOO del que formo parte”, ha señalado Navas, achacando esta decisión a su relación con Consellería a la hora de realizar reivindicaciones: “En 2019 no vimos ni un euro, en 2020, tras mucho reclamar, nos abonaron lo de 2019, yo sólo he pedido lo que nos pertenecía”, añade el aun director, lamentando que “esto es una forma de destrozar 20 años de formación a través de una maniobra del todo anómala”. Si no hay suspensión cautelar, a partir del 1 de julio el CIPFP Canastell pasará a manos de una persona colocada por la Dirección Territorial ajena al centro.

Reacción Municipal

El primer partido en manifestarse al respecto fue Ciudadanos, a través de la edil Mariela Torregrosa, indicando que “esta decisión no se entiende desde un punto de vista educativo, dado que los obstáculos alegados por la Conselleria para no aceptar ninguna de las cuatro candidaturas no parecen ni mucho menos insalvables, y han optado por tomar una decisión unilateral y en contra del propio Consejo Social del centro y del Ayuntamiento de San Vicente”

El alcalde, Jesús Villar, también reiteró su apoyo a la dirección del centro, valorando su trabajo estos años y expresando la idoneidad que el Ayuntamiento vuelva a estar presente en el Consejo Social del CIPFP Canastell como lo está en el resto de centros educativos públicos de la localidad. Además, en la tarde del miércoles el Equipo de Gobierno (PSOE y EU), así como el resto de grupos municipales (Ciudadanos, PP, Vox y Podemos), salvo Compromís, trasladaron un comunicado con 9 puntos mostrando su apoyo al equipo directivo y dejando patente la sorpresa generalizada ante esta decisión. Además, en el próximo pleno se llevará una iniciativa de apoyo al CIPFP Canastell y a su actual dirección por su trayectoria.

Compromís se desmarca

En el comunicado de la corporación solo faltó Compromís, que no quiso por el momento posicionarse en contra de la Dirección Territorial de Educación gestionada por su partido. Al respecto, el portavoz del grupo municipal en San Vicente, Ramón Leyda, señaló que “comentaremos el asunto y lo debatiremos en el seno del partido, lamentando que no haya habido otro tipo de relación entre el centro y Conselleria”. Leyda, no obstante, quiso agradecer “la encomiable labor realizada en el centro a la hora de formar su alumnos y alumnas durante todos estos años”.