Por iniciativa del párroco Pedro Juárez, la histórica campana de la Ermita de la Virgen del Carmen ha sido restaurada y vuelve a tañer con fuerza desde anoche mismo, al inicio del traslado nocturno de la imagen desde el templo al puerto, y volveremos a escucharla mañana, cuando la Virgen regrese tras la procesiones marinera y terrestre.

            Cuando tomó posesión del cargo, el sacerdote se interesó por ese instrumento, y comprobó que estaba “algo maltrecha”, muy afectada por efecto del salitre en todos sus elementos, que se limitan a hierro y madera. El soporte de la campana estaba destrozado, los anclajes no funcionan bien, y el hierra estaba muy oxidado.

“Estudié, me documenté y supe que esa campana tiene una historia que es respetable y merecía la pena restaurar, aunque esta operación fuese más cara que comprar una nueva, que sonaría distinto”, relata Pedro Juárez.

Y dicho y hecho. Pidió presupuesto, recibió el apoyo de la Cofradía de Pescadores, la Comisión de fiestas Estrella de los Mares y del Ayuntamiento, a través de los dos últimos concejales de Fiestas y Tradiciones, Cristian Palomares y Marisa Navarro.

            Ha resultado caro, porque se ha aprovechado para electrificar la campana, de forma que ya no son necesarias cuerdas y manos humanas para tener que voltear.

            Ello ha sido posible gracias a donantes (“anónimos, por supuesto”), que han colaborado. La restauración se ha mantenido en secreto hasta anoche mismo. “Fue un impacto que realza el centenario de las fiestas dedicadas a la Viren del Carmen”, asegura el sacerdote.