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Memoria histórica del movimiento republicano en el mundo sanvicentero

FRANCISCO CANALS BEVÍÁ (Doctor en Economía y Presidente del Cercle d’Estudis “Sequet Però Sanet” de Sant Vicent del Raspeig)

El año en el que se conmemora el noventa aniversario de la proclamación de la II República, el 14 de abril de 1.931, es una excelente ocasión para reflexionar, desde la denominada “Memoria Histórica”, sobre una etapa importante en la Historia del municipio.

Se trata de recordar, en sus justos términos, cual fue la evolución y la influencia reciente del movimiento republicano en la localidad y de recuperar, en suma, su historia como elemento integrante de nuestra personalidad como pueblo. Recordar los hechos, la memoria histórica real, como enseñanza para todos y especialmente para las nuevas generaciones.

Los orígenes del movimiento republicando sanvicentero los podemos encontrar ya en pleno siglo XIX, cuando el 3 de octubre de 1.869, Sant Vicent del Raspeig fue lugar de concentración en la provincia de Alicante de la insurrección republicana federal. La evolución del republicanismo sanvicentero es paralela y es impulsada por dos factores: el ferrocarril y la industrialización de la localidad.

Una estación en el ferrocarril Madrid-Alicante, en 1.858, da lugar, en 1.888, a la instalación de una fábrica de tejas y ladrillos, la primera industria moderna en el municipio. El denominado “Teular de Ferrer”, situado en los terrenos donde hoy se encuentra la Universidad de Alicante y que llega a alcanzar los 120 trabajadores a finales del siglo. La mejora de las comunicaciones con Alicante, nueva carretera en 1.872, la instalación del tranvía y su electrificación. La instalación de una nueva industria, una fábrica de cementos, en 1.925, junto a otras actividades fabriles, y la expansión del sector de servicios, representado por carreteros y transportistas.

Todo ello sobre una base sociológica, constituida a partir del siglo XVIII, conformada en su gran mayoría por pequeños y medianos agricultores, los cuales en ocasiones combinan su actividad con el trabajo como jornaleros y carreteros a tiempo parcial. Darán lugar a un población de clase trabajadora, media o media baja, sin grandes diferencias socieconómicas, y que forman el caldo de cultivo de un movimiento político, al que podemos denominar como republicano moderado, integrado mayoritariamente en partidos de centro izquierda y lejos de extremismos revolucionarios.

La existencia de ediles y algún ayuntamiento mayoritariamente formado por republicanos, en plena Monarquía, la memoria popular sanvicentera y los datos electorales, confirman la pujanza del movimiento republicano en el municipio. Los resultados de las elecciones del 12 de abril de 1.931, con el 73,7 % de los votos confirman su implantación e incidencia. Siendo el primer alcalde Ramón Orts Galán.

Las últimas elecciones celebradas, las de febrero de 1.936, reafirmaron la orientación electoral del municipio. Las opciones genéricamente “d’ esquerres” obtienen un ochenta por ciento de los votos; con el denominador común de un voto de “centro-izquierda” o izquierda moderada, alejada de extremismos. En las últimas elecciones referidas no obtienen resultados significativos partidos radicales. El “partit comunista no existix en el poble antes de la guerra”. Y la Falange obtiene dos votos, cuando los candidatos republicano-socialistas superan los dos mil.

Nos debemos detener en el principal proyecto del republicanismo sanvicentero, la enseñanza y concretamente, la aspiración de “un grupo escolar de 12 grados”, ya que el municipio carecía de él. Según consta en los archivos municipales, las gestiones de la corporación republicana, por unanimidad de todos sus integrantes, llevaron en 1.936, el primero de febrero, a la concesión por el Ministerio de Instrucción Pública de una subvención de 316.000 pesetas El Ayuntamiento en su sesión de 3 de julio de 1.936, contando con la subvención, acuerda formar un presupuesto extraordinario para la construcción del ansiado y necesario grupo escolar y cuatro escuelas unitarias en las partidas de Raspeig, Boqueres, Canastell y Torregrosses, por un total de 436.088,17 pesetas. El proyecto del grupo escolar realizado por el Ministerio tenía un coste de 325.480,17 pesetas, contando con la aprobación de la Delegación de Hacienda, ya en plena guerra civil.

La guerra impide el inicio de las obras y, finalizada ésta, cuando el ayuntamiento franquista inicia las gestiones para la construcción del grupo escolar, se entera y constata que la subvención había sido “anulada por el Gobierno Central al ser de época marxista” (sic). Como lo leen. No se consiguió el grupo escolar hasta 1.960, con un presupuesto y dotaciones inferior al previsto inicialmente por el ayuntamiento republicano.

Para hacernos una idea de que como era el proyecto del edificio educativo, el mejor ejemplo es el Colegio Público, situado en la Calle Pinoso, en Alicante. Era un edifico similar construido en la misma época; en el que todavía figura el escudo de la República. Como hemos dicho tenía 12 clases o aulas, 5 para niños, 5 para niñas, y 2 para párvulos. Además de despacho de dirección  y sala de profesores, disponía de dispensario médico, museo, biblioteca  e incluso cantina escolar y duchas. Aquellos que hemos conocido el antiguo Grupo Escolar, donde hoy se encuentra el Jaume I, podemos comprobar las grandes diferencias.

La memoria del movimiento republicano permaneció en el imaginario popular sanvicentero y como dato realmente curioso y a mi juicio sintomático, es que existió durante todo el franquismo una calle denominada Pi y Margall, el célebre prócer republicano federal, la cual desembocaba o nacía en la  denominada José Antonio, sin que nadie se inmutase. Y el domicilio figuraba obviamente en todos los documentos, el DNI incluido.  A mediados de los noventa del siglo pasado, se rotuló una calle con el nombre del alcalde republicano Ramón Orts Galán, siendo primer edil el que suscribe. Próximamente y promovido por la Concejalía de Memoria Histórica, en colaboración con el Cercle,  se publicará un libro sobe el movimiento republicano sanvicentero, como investigación académica y acto de reconocimiento. . 

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