El pasado domingo realizaron una nueva salida en autobús. En esta ocasión se desplazaron al parque de la Sierra de Espadán. 

Este paraje de 31.180 hectáreas fue declarado parque natural por el gobierno valenciano el 29-9-1996. Forma parte de una sierra en las estribaciones del Sistema Ibérico que separa las cuencas de los ríos Palancia al sur y Mijares al norte, situada en la provincia de Castellón, en las comarcas del Alto Palancia, Alto Mijares y la Plana.

Fue organizada por una de las compañeras, Adela, buena conocedora de toda esa comarca.

Los veinte integrantes del grupo salieron temprano (6 de la mañana) ya que la distancia así lo requería, y dadas las horas la mayoría intentaron dormir un poco hasta la llegada al punto de partida (Alcudia de Veo).

Alcudia de Veo es un pequeño municipio de la provincia de Castellón, de apenas 200 habitantes, situado en la vertiente septentrional de la Sierra de Espadán, a orillas del río Veo y en pleno corazón del parque natural de la Sierra de Espadán.

Llegaron sobre las 9:15 sin ningún incidente a destacar salvo que el autobús tuvo que parar en la cuneta poco antes de llegar porque un integrante del grupo tuvo una necesidad fisiológica que no podía esperar.

La organizadora ya les estaba esperando con un grupo de amigos que se unieron a ellos para realizar el recorrido. Antes de empezar Adela les había preparado un pequeño desayuno en el bar (creo que era el único del pueblo) con una coca dulce y otra salada.

Eran poco más de las 9:30 cuando se pusieron a caminar todos los integrantes de la marcha (34 con los dos grupos).

La climatología pintaba bien, pues la temperatura no era muy baja y el viento iba a rachas con el sol entre nubes.

Enseguida bajaron por una pequeña senda hacia el barranco y los dos primeros kilómetros fueron bastantes suaves con alguna pequeña pendiente por una zona frondosa a lo largo del río Veo, poco después a través del barranco del Barandí llegaron a la cueva del Toro, la cual estaba cerrada con una verja.

Ascendieron un poco hasta llegar a la carretera, anduvieron por ella unos 500 metros y desde aquí se adentraron en el barranco de la Juliana donde el terreno se inclino hacia arriba y ya no dejaron de ascender hasta la base de la cumbre (en 2,5 km subimos 500 m de desnivel) los siguientes  500 metros hasta la cumbre fueron más empinados ya que subieron 100 de desnivel.

Toda esta zona pudieron caminar por frondosos bosques de alcornoques bien conservados gracias a la tradicional explotación del corcho.

Desde la cumbre (1.099 m.) pudieron contemplar unas vistas espectaculares ayudados por la climatología se distinguía gran parte de la costa mediterránea, llegando a verse el Montgó en Denia.

Tras unas fotos y comer algo muy ligero bajaron por últimos 500 metros que habían ascendido, desde aquí los siguientes 2,5 km fueron de descenso por bosques de pinos hasta llegar a la nevera d´Alcúdia de Veo. Cruzaron la carretera CV215 y por una pista se dirigieron al despoblado de JINQUER, donde pararon a comer.

Hoy JINQUER es un pueblo en ruinas casi devorado por la maleza de origen musulmán llegando a tener en 1913 un centenar de vecinos, pero que con la llegada de la guerra civil en 1938 fue abandonado por sus habitantes.

Desde aquí y a través de pistas y sendas bordeando el río Veo hicieron los 4,5 km restantes hasta llegar al pueblo. Eran las 5 de la tarde y habían realizado los 15,5 km de la marcha.

Como el autobús no podía salir hasta las 6:15 (por motivos de normativa de descanso del chofer) se fueron al único bar del pueblo que les estaba esperando para tomar unos cafés e infusiones y despedir así al resto de participantes de la zona y a la organizadora.

«Gracias de nuevo a nuestra compañera ADELA por el esfuerzo y dedicación realizado y esperando poder contar con ella para que el próximo año podamos realizar una nueva ruta por la zona».