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Donde las vacunas no llegan pero nos ayudan a ganar y compartir el futuro

Pascual Andrés Tévar nos envía un nuevo artículo propio

Pascual Andrés Tévar

En estos días de la primavera de abril 2021 donde las vacunas parece que marcan el protagonismo, es vital aceptar el momento por el que estamos pasando.

Es necesario entender, que la vacuna no es el final de pandemia, cuando lo que significa, que es un paso más, importante y vital, pero no definitivo.

Es incuestionablemente vital, importante, y responsable, vacunarse, cuando rigurosamente te llegue el turno. Pero no es el último paso, es necesario, como normal rigurosa de vida, seguir con el cuidado personal en todos los protocolos, y pensar, que ser solidario, ahora, es lo más decisivo.

Las vacunas, son un medio, no el final del camino, aun a pesar de que nos las administren, extremar las medidas y los protocolos, deben seguir esgrimiendo nuestra mejor y certera arma de defensa.

Las vacunas, con sentido solidario, nos deben ayudar a pensar en los demás, nos debe ayudar a pensar en reconquistar nuestro futuro personal y colectivo.

Las vacunas, no pueden ser el refugio barato del conformismo, y pensar serenamente agitados y convulsos, que queda mucho por reconquistar, para intentar volver más que la nueva normalidad, a la vida que llevamos en nuestros corazones y sentimientos gravados a fuego. Y empezando por el HOMENAJE ETERNO a los que se han quedado en el camino, pero que de alguna forma nos impulsan los sueños.

Las vacunas, no es una estadísticas sin más, es una forma de aceptar la lucha sin cuartel, con la pandemia, y que tenemos la oportunidad de salir, aceptando las secuelas, y sus consecuencias como norma para seguir adelante.

Las vacunas, es la gran responsabilidad solidaria de sentir que estamos ganando la guerra a la pandemia, y que nos vamos a abandonar a mitad del camino.

Las vacunas, es el pasaporte al reencuentro con nuestra Compañera o Compañero de la vida, con nuestras Familias, con nuestros Amigos y Amigas, con nuestro Compañeros y Compañeras de trabajo, y con la vida social y ciudadana de la que formamos parte. Y decirles a la cara, que los necesitamos, y que juntos, disfrutaremos de los pequeños y necesarios valores de la convivencia, en todos los sentidos y pasiones.

Así que, no perdáis la oportunidad de poneros la VACUNA, porque constituye el primer y vital y responsable paso, de la lucha sin cuartel contra la pandemia, y la apertura a la luz al final de este interminable túnel, bajo la increíble luz mediterránea.

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